Personal técnico de Edesur detectó hoy conexiones clandestinas en un barrio cerrado de la localidad bonaerense de Canning, al sur del Conurbano.

El operativo se realizó en "Finca Las Albas", ubicado sobre la calle Mariano Castex, donde se constató con escribano público que 20 viviendas no tenían medidores que registraran los consumos.

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De este total, 15 eran obras en construcción, mientras que las otras cinco ya estaban habitadas.

Edesur remarcó que este es un delito que perjudica la red de distribución y puede poner en riesgo la vida de las personas.

Al corroborar el hurto de energía eléctrica, los técnicos procedieron a cortar las conexiones clandestinas y se retiraron los cables de la anomalía, ya que no habían sido instalados por personal de Edesur, mientras que el escribano público labró las 20 actas correspondientes.

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Ahora, las personas que viven en el barrio deben acercarse a las oficinas de Edesur para solicitar el medidor correspondiente para normalizar su situación frente a la distribuidora.

En las próximas semanas se realizarán las pericias necesarias para calcular el impacto económico de esta acción sobre nuestra compañía.

El hurto o robo de energía se encuentra contemplado dentro de los delitos del Código Penal.

Cuando una persona no preparada manipula la red en forma ilegal puede sufrir daños para sí, para terceros y generar daños en la vivienda de sus vecinos, al generar altibajos en la tensión, detalló la empresa prestataria.

Las conexiones clandestinas también afectan la calidad del servicio de los clientes de la zona.

"En consecuencia, seguiremos trabajando para detectarlas y honrar el compromiso de todos aquellos que se esfuerzan y comprometen para estar al día con el pago del servicio eléctrico", detalló Edesur.