La capital irlandesa se ha convertido en uno de los destinos turísticos más populares de Europa. Con su rica historia, su animada vida cultural y su cálida bienvenida, Dublín ofrece una experiencia única para todo tipo de viajeros.

  • La Guinness Storehouse: Un viaje a Dublín no está completo sin una visita a la famosa fábrica de Guinness. Los visitantes pueden aprender sobre el proceso de elaboración de esta cerveza negra tan característica, disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y, por supuesto, degustar una pinta en el Gravity Bar.
  • El Trinity College: Fundado en 1592, este es el alma mater de muchas de las figuras literarias más importantes de Irlanda. El Libro de Kells, un manuscrito iluminado del siglo IX, es una de las joyas que se pueden admirar en su biblioteca.
  • El Temple Bar: Este barrio es el corazón de la vida nocturna de Dublín. Sus calles empedradas están llenas de pubs tradicionales donde se puede disfrutar de música en vivo y de la compañía de los lugareños.
  • La Catedral de San Patricio: Construida en el siglo XII, esta catedral es uno de los edificios religiosos más importantes de Irlanda.

Dublín, más allá de los clichés

Aunque la cerveza y la literatura son sin duda dos de los principales atractivos de Dublín, la ciudad tiene mucho más que ofrecer. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de largos paseos por los parques de Phoenix Park o St. Stephen's Green. Los aficionados a la historia pueden visitar el Castillo de Dublín o el Museo Nacional de Irlanda. Y para aquellos que buscan una experiencia más relajada, Dublín cuenta con una gran variedad de tiendas, restaurantes y cafés.