Chirino: "Enfrentar la cepa delta requiere de un esquema completo de vacunación con 2 dosis"
El experto en Infecciones Pulmonares de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria advirtió acerca de una inminente tercera ola para la cual es necesario contar con las dos dosis de las vacunas anti Covid.
La pandemia global ha posibilitado que todos los habitantes del planeta busquen respuestas acerca de esta infección y, rápidamente, se han familiarizado con vocabulario y conocimientos médicos específicos antes preservados para los especialistas y estudiosos de la biología. Sin embargo, al tratarse de un nuevo desafío clínico, los profesionales de la salud avanzan y retroceden en medidas específicas para combatir la enfermedad respiratoria y la población acumula saberes que, a su vez, generan más preguntas.
Por ello, cuando un paciente llega al consultorio las preguntas de la actualidad relacionadas con la pandemia de coronavirus, suelen ser similares y las preocupaciones pasan por los métodos de profilaxis, las vacunas, su seguridad y eficacia para combatir las diferentes cepas del virus Sars-CoV-2, los remedios existentes para tratar la enfermedad de Covid-19 que produce el virus, y las secuelas post Covid en aquellas personas que han sufrido una internación o se contagiaron casi de manera asintomática desde que comenzó la crisis sanitaria.
Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, sus profesionales, han reunido una gran cantidad de textos científicos basados en la investigación y en la experiencia clínica diaria que ha generado un corpus robusto de información con el que llevar un poco de tranquilidad a la población que vive preocupada ante la posibilidad de contraer la enfermedad.
El Dr. Alejandro Chirino (MP 7420) dialogó con NA acerca de los puntos que más preocupan a los profesionales que tratan a diario con pacientes infectados y cuáles son, a su criterio, las bases desde las que parte la investigación científica del virus que ha cambiado la vida diaria en el planeta.
En el mundo se han aprobado un total de 8 vacunas de emergencia pero las diferentes maneras de producirlas y sus niveles de seguridad y eficacia parecen variar. Supongo que debe escuchar varias veces la pregunta acerca de ¿ cual es la mejor vacuna?
En la Argentina no existe una contraindicación especial para el uso de ninguna vacuna, tanto en adultos mayores de 18 años sanos como en personas con enfermedades comórbidas o embarazadas. Por lo tanto, hay que colocarse la vacuna que le asignen, dado que cualquier posible efecto secundario es mucho menor que el riesgo que produce contraer COVID 19.
Las vacunas que se utilizan en nuestro país han demostrado un buen perfil de seguridad en los ensayos de aprobación y también en el monitoreo de los efectos adversos durante la campaña de aplicación. Desde nuestra Asociación podemos afirmar que no se han registrado, hasta el momento, efectos adversos que lleven a cambiar las recomendaciones de vacunación.
Teniendo en cuenta que muchas personas han optado por una opción de mayor cautela antes de aplicarse una vacuna y que los sueros de AstraZeneca y Sputnik V; se realizan con un adenovirus como vector y las de Pfizer BionTech y Moderna con la tecnología de ARN mensajero, que son dos métodos de elaboración nuevos, a diferencia de las vacunas chinas Sinovac y Sinopharm que se realizan de manera tradicional con el virus inactivo, ¿no cree usted que las personas deberían buscar información en un médico de cabecera?
No lo veo necesario. En el plan nacional aprobado en nuestro país, alcanza solamente con anotarse y tener en cuenta la edad, con eso sólo es suficiente. Si bien hay desarrollos nuevos, han sido probados en ensayos clínicos de forma adecuada y se están utilizando en millones de personas en todo el mundo y la vigilancia epidemiológica, durante la campaña de vacunación, no ha revelado la existencia de efectos adversos que impliquen cambiar las indicaciones habituales de inoculación. Siempre teniendo en cuenta que es muchísimo más riesgosa la posibilidad de padecer Covid-19 que sufrir efectos colaterales potenciales por las vacunas aprobadas y utilizadas.
Con respecto a los riesgos por trombosis de las vacunas que utilizan adenovirus son muy bajos y la posibilidad de contraer Covid aumentan, precisamente, los riesgos de trombos en los que sufren esta enfermedad. Por lo tanto, al momento, no existe una contra indicación para inocular con estos sueros.
Ahora bien, muchas personas en la Argentina no poseen la vacunación completa. La mayoría de las vacunas son de dos dosis y, hace unos meses, las autoridades preferían vacunar con una dosis a la mayor cantidad de habitantes posibles al tiempo que postergaba la segunda dosis. La aparición de la variante delta parece haber cambiado ese escenario.
Los ensayos clínicos donde se comprobó la eficacia de las vacunas, fueron realizados con un intervalo de dosis estipulado, de entre 3 y 4 semanas. Si bien hay algunos estudios que demuestran que prolongar el intervalo entre las dosis podría no afectar la efectividad final de las vacunas, son datos insuficientes para afirmarlo de forma categórica. Además, sabemos que una sola dosis tiene menor efectividad para reducir la mortalidad. Como complemento de esto, que sin dudas es el gran problema a nivel mundial, surgen las dificultades para la provisión de las vacunas.
Si el flujo de las mismas fuera el ideal, las segundas dosis no deberían retrasarse. Sin embargo, ya se están desarrollando en nuestro país diversos estudios destinados a arrojar luz sobre la combinación de primera y segunda dosis de distintas vacunas y se espera que en el corto plazo contemos con más información sobre esta posibilidad y la mejor manera de implementarla. Además, ante la inminente llegada de la variante delta del SARS-CoV2 y una posible tercera ola, es importante aclarar que los datos muestran que la eficacia de una sola dosis de cualquier vacuna es es muy inferior para reducir severidad y mortalidad con esta variante, comparada con cualquier otra. Por lo tanto, es necesario tener el esquema completo de vacunación con 2 dosis para que el efecto protector sea elevado. De aquí la importancia de completar los esquemas lo antes posible.
Supongo que la preocupación en los consultorios va en aumento teniendo en cuenta que la población toma conocimiento de personas que se enfermaron con las dos dosis y en algunos casos murieron. Antes hablamos de la seguridad de las vacunas y de las dudas que muchos tienen pero ¿ qué sucede con la efectividad de los sueros para combatir la enfermedad?
Si hablamos de pacientes que han recibido ambas dosis y que han pasado al menos 14 días, desde la segunda dosis, antes de presentar síntomas, podemos afirmar que las vacunas que se están distribuyendo han demostrado una gran eficacia para prevenir casos fatales de Covid.
De todas formas, esta eficacia no es del 100% y, como hay una gran cantidad de pacientes contagiados, existe una posibilidad estadística de personas que fallezcan a pesar de tener ambas dosis de la vacuna. Con sólo una dosis colocada, la efectividad en reducir la mortalidad es menor para todas las vacunas que se inyectan en Argentina, según datos obtenidos del Ministerio de Salud de la Nación. Aún así, hay que remarcar que el riesgo de morir por Covid-19 es mucho menor en vacunados que en la población no vacunada.
Muchos médicos entrevistados comentaban que a menudo los pacientes llegan con la enfermedad en estado avanzado porque prefirieron intentar curarse en sus hogares. ¿Es recomendable el tratamiento ambulatorio al hospitalario?
Si la persona tiene Covid-19, lo más importante es contactar al sistema de salud, para monitorear el curso de la enfermedad. Especialmente entre el día 6 y 10 de evolución, donde pueden aparecer signos que indiquen neumonía. En el caso de aquellos pacientes que no precisaron internación, es decir, que no presentaron desoxigenación, fiebre persistente o afectación pulmonar después del séptimo día, el tratamiento es como el de un cuadro gripal. Por lo tanto, una vez constatado con el médico, es posible que solamente se recomiende reposo, líquidos, analgésicos y antiinflamatorios.
Hay mucha polémica en la comunidad científica por la utilización de tratamientos con ivermectina, ibuprofeno, suero equino hiperinmune, para tratar la infección. Sin embargo, en Europa se habla mucho del desarrollo de fármacos con anticuerpos monoclonales, cuya investigación y descubrimiento le valieron el Premio Nobel al argentino César Milstein en 1984.
En primer lugar, si una persona está infectada, no está indicado administrarle antibióticos, anticoagulantes, vitaminas u otros tratamientos, como por ejemplo la ivermectina. Este punto es de suma importancia, porque muchas veces estos tratamientos pueden llegar a producir más daño que beneficios, por ejemplo como con la Ivermectina o los anticoagulantes, y se ha demostrado que una de las principales causas de que aparezcan bacterias resistentes es el sobreuso de antibióticos. Por ello, nuestra recomendación es un no rotundo a la utilización de ivermectina y lo vemos con mucha preocupación porque muchos médicos lo mal indican y es de fácil acceso para la población.
Las tecnologías de anticuerpos monoclonales ha contribuido a resolver muchas patologías en los últimos años y es una tecnología promisoria para varias enfermedades. Nuestra experiencia en infecciones es un poco más limitada sobre su utilidad aunque si hay varios ensayos que muestran que algunos anticuerpos monoclonales son efectivos para el tratamiento de la Covid-19 severa. Pero la cascada inflamatoria, y los mecanismos que se ponen en marcha son muy complejos y redundantes y a veces la acción en un sólo target molecular, que es lo que hacen los anticuerpos monoclonales, no es tal vez tan efectiva como uno deseara. Pero, sin dudas, son una opción válida de tratamiento, que habrá que valorar en el tiempo, la utilidad y los resultados clínicos de estos medicamentos.
Los pacientes que logran superar la infección suelen comentar que les ha dejado secuelas de todo tipo en el organismo. ¿Qué sucede con los síntomas duraderos que deja la enfermedad después de un mes de haber obtenido un PCR negativo?
Al referirnos a pacientes con COVID leve, o sea, que no han requerido internación ni han presentado disminución de la oxigenación, existe un porcentaje de casos con síntomas prolongados más allá de las 4 semanas. Estos síntomas se denominan síndrome post Covid o Covid prolongado y son comúnmente fatiga, cansancio, debilidad, dolores musculares, dolor de cabeza y taquicardia.
En estos casos, lo más importante es corroborar que no haya ninguna alteración que haya pasado desapercibida. Esto suele constatarse mediante una radiografía de tórax y un examen clínico, para medir la oxigenación y la auscultación pulmonar. Si todos estos estudios son normales, el cuadro irá desapareciendo con el tiempo y no precisará de mayores intervenciones.
Por otra parte, están aquellos pacientes que han tenido un COVID moderado a severo, que han estado internados, que han necesitado oxigenoterapia o que han estado en terapia intensiva con ventilación mecánica. Estos pacientes deberán ser observados para identificar si aparecen secuelas, principalmente fibrosis pulmonar, neumonía organizada o incluso la posibilidad de trombo embolismo de pulmón.
El control clínico suele realizarse entre las 6 y 8 semanas y estos pacientes requerirán procedimientos de diagnóstico, como espirometría ó tomografías de tórax, de acuerdo al criterio médico. En algunos casos será necesario indicar tratamientos específicos. En este grupo de pacientes toma un rol relevante la rehabilitación respiratoria, el soporte nutricional y psicológico.