No hay momento más solitario que al quedarse a solas con un bebe recién nacido una vez que se regresa al hogar. Es justamente en esa instancia, uno o dos días después de dar a luz, cuando se requiere de mayor contención y ayuda para comenzar a adaptarse a la nueva realidad familiar.  

Es complejo y extenuante para las madres que acaban de dar a luz, como así también resulta excluyente y limitante para sus padres, que si bien no atravesaron el cambio físico que sí sucede en las mujeres y cuerpos gestantes, ellos también se encuentran movilizados psicológicamente, muchas veces paralizados y sin tiempo a procesar absolutamente nada porque enseguida hay que retomar el ritmo laboral.

Entonces, hasta que no haya un cambio efectivo en las leyes vinculadas al cuidado y a las licencias por nacimiento, la lógica del cuidado sigue dictando una sentencia silenciosa: Las madres y personas gestantes siguen siendo las principales encargadas de la crianza por responsabilidad “natural”. ¿Y los padres?

Parece arcaico (y lo es), pero hasta que no se apruebe el proyecto de ley “Cuidar en Igualdad”, los padres y personas no gestantes tienen únicamente dos días para “aportar” en la crianza de los recién nacidos.

La buena noticia es que, este día del padre se puede celebrar con un avance en el Congreso que podría cambiar el rumbo de las cosas: Ya se está discutiendo cómo extender los 2 días de licencia por paternidad que actualmente se otorgan.

48 horas para entablar un vínculo: ¿Cómo impacta en el vínculo entre un bebe y su papá?, ¿es justo para ellos?, ¿y para las infancias y el derecho a ser cuidados de manera igualitaria por las principales figuras protectoras en sus primeros años de vida? Ya sabemos que, para las madres, esta modalidad, es profundamente injusta por la sobrecarga que les implica y las limitaciones laborales que les provoca.

Al respecto, NA dialogó con Georgina Sticco, cofundadora de Grow, género y trabajo. “Un vínculo no se genera en dos días. No se logra en las horas robadas al sueño o en las horas que le quedan al día luego de volver cansado del trabajo”, destaca Sticco.

Asimismo, un cambio en el ámbito legal también impactaría de manera positiva en la organización del hogar según dice la experta consultada: “La corresponsabilidad en el cuidado de un recién nacido, sobre todo en los primeros meses, es clave. Son meses muy difíciles y de adaptación familiar en el que se necesita de mayor acompañamiento y presencia en la crianza”.

Proyecto de Ley Cuidar en Igualdad

El año pasado, el gobierno nacional redactó el proyecto “Cuidar en Igualdad” y lo presentó en el mes de mayo en el Congreso con el fin de avanzar en la creación de un Sistema Integral de Cuidados Nacional. El proyecto consiste en un conjunto de políticas y servicios que asegurarían la provisión, la socialización, el reconocimiento y la redistribución del trabajo de cuidado.  Actualmente, hay más de 40 proyecto presentados en la misma dirección.

- ¿En qué estado se encuentra el proyecto de ley y qué dice sobre licencias por paternidad?

 - Está en discusión y esperamos que avance sustancialmente. Uno de los proyectos que se está debatiendo en el Congreso en relación al Sistema Integral de Cuidados, plantea ir aumentando de manera gradual los días de licencia por paternidad, hasta llegar desde la actualidad a 5 años a la misma cantidad de días que la licencia por maternidad.

A su vez, la importancia de esta legislación en relación a las licencias por paternidad reside en el objetivo que persigue ya que busca alcanzar los mismos días que tiene la licencia por maternidad. Y lo haría de manera gradual lo cual es sumamente importante ya que permite a la sociedad ir adaptándose a este cambio cultural y laboral de a poco. Se deberá pensar en cómo hacer con los reemplazos de los padres en sus días de ausencia laboral por licencia, algo que las mujeres hacemos desde siempre.

Los impactos positivos que tendría la ampliación de licencias

“Desde la mirada de los hombres es acceder al derecho a cuidar. Y desde la mirada desde las infancias también es un derecho hacia ellas, a ser cuidadas por las primeras personas responsables de su cuidado, lo cual genera otro tipo de vínculo entre las partes, algo clave para su desarrollo integral”, detalla Sticco.

Otro impacto positivo y fundamental ocurre en el colectivo de mujeres: “Si la maternidad ha sido vista hasta el momento como una barrera para el ingreso laboral, ya que se piensa como un costo y lo primero que hace un entrevistador cuando tiene a una mujer adelante en edad reproductiva, en la gran mayoría de los casos, es pensar si es madre o cuando piensa serlo y qué costo va a tener en su período de licencia, con este cambio se igualan las condiciones en relación a los días que los hombres tendrán en ausencia de sus trabajos: Dejaría de ser una perspectiva de análisis que discrimina solo a las mujeres, y se supone pasaría a ser una categoría que ya no se va a tener en cuenta desde esa mirada negativa”, concluye.