La Organización de Naciones Unidas (ONU) sugiere que haya 6,1 metros cuadrados de espacio verde por habitante y, como ejemplo, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires solo puede ofrecer tres, distribuidos inequitativamente.

Existen estudios según los cuales los niños que crecieron con los niveles más bajos de espacios verdes tienen hasta un 55% más de riesgo de desarrollar trastornos psicológicos.

Según un informede la OMS, una mejora de los espacios urbanos reduciría las enfermedades provocadas por la contaminación atmosférica y fomentarán la práctica de actividades físicas.

Atentos a este problema que se va agravando cada vez más, muchos habitantes de la ciudad optaron por mudarse a barrios cerrados o incluso otras localidades, por caso Villa Gesell.

“Los chicos disfrutan muchísimo estos espacios. Pueden aprender a andar en bicicleta o juegan al futbol, todo en un entorno de seguridad y cuidado" comenta Ricardo Sarinelli, Director en Haras del Sol.

La evidencia científica es apabullante: los espacios verdes pueden proporcionar beneficios para la salud mental y posiblemente reducir el riesgo de trastornos psiquiátricos.

Algunos de los beneficios de vivir rodeado de verde son:

  • Espacio para hacer deporte
  • Espacio recreativo para compartir en familia
  • Ayudan a combatir la contaminación.
  • El verde ofrece calma: combate el estrés, la ansiedad y la depresión

Por otro lado, otros estudios disponibles indican que los niños que pasan más tiempo al frente de la pantalla tienen menos integridad estructural de materia blanca en las partes del cerebro vinculadas con el lenguaje y las habilidades lingüísticas, la auto-regulación, funciones ejecutivas e imaginación.