El director del Hospital de San Carlos de Bariloche "Ramón Carrillo", Leonardo Gil, señaló este viernes que "se pone el foco en las camas de terapia intensiva", pero dijo que debería ponerse en "evitar los contagios" y no descartó que en la ciudad sureña "probablemente haya una cepa como la de Manaos o la británica".

"Se pone foco en las camas de terapia intensiva y no es la solución, el foco tiene que ser en la población, en seguir insistiendo en que no hay que contagiarse, en evitar los contagios, en acatar ciertas reglas cuando la gente que sabe del tema está viendo que la cantidad de contagios que se va dando en forma explosiva pone en riesgo la salud de las personas", dijo.

En diálogo con Nancy Pazos en el programa "Ruleta Rusa" que se emite por la radio Rock and Pop, indicó que los contagios se dan en las reuniones sociales y expresó: "La gente tiene un cansancio sobre las espaldas y miente en las entrevistas epidemiológicas porque no quiere ser señalado porque tiene miedo a represalias".

Además Gil manifestó que "los contagios se dan en reuniones de más de diez personas, cumpleaños, bautismos alguna fiesta con amigos donde uno está en contacto con muchas personas".

"El turismo lo que genera es un movimiento de personas muy impresionante y la certeza que tenemos los que estamos en esto es que el virus se mueve entre la gente. Creo que el turismo nos ha dejado un movimiento importante de virus y si bien aun no tenemos la certeza, probablemente haya una cepa como la de Manaos o la británica", aseveró.

En ese sentido añadió: "Estamos esperando los resultados del Instituto Malbrán porque mandamos a secuenciar por el tipo de contagio explosivo que hubo ya que tuvimos en una semana mil casos y semanalmente estamos duplicando".

También contó: "El lunes comenzamos con una ocupación de las camas de terapia intensiva del cien por cien, los casos diarios siguen subiendo y, si bien Bariloche nunca dejó de tener casos, nunca habíamos estado con esta cantidad diariamente y nunca con esa ocupación de camas. Estamos en un momento tenso".

"El año pasado terminamos con una media entre 50 y 60 por ciento de mortalidad en una terapia intensiva que es igual que la media nacional. Es frustrante, es una sensación de impotencia porque todos los esfuerzos que uno hace termina muchas veces con el paciente fallecido", culminó.