En el marco de la primera audiencia judicial por la prohibición del uso del lenguaje inclusivo en las aulas porteñas desarrollada este miércoles, NA dialogó con Diana Maffia, doctora en Filosofía y directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de CABA, para conocer las primeras conclusiones de la audiencia.

Maffia dijo que cumplió una función “principalmente técnica” en la audiencia y reconoció que hubo “incongruencias internas” por parte del Gobierno porteño. “Hay mucha ambigüedad por parte del Ministerio porteño, con notables contradicciones internas”, indicó.

El 9 de junio pasado, el Gobierno porteño decretó que prohibía el uso de lenguaje inclusivo en las escuelas porteñas. Desde ese momento, distintos amparos fueron presentados ante la Justicia para reclamar la inmediata suspensión del mismo. Este miércoles, las distintas partes estuvieron presentes en la primera audiencia judicial convocada por la titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 1, Romina Tesone.

-¿Cuáles fueron los principales puntos abordados en la audiencia?

-Podemos pensar en dos grandes ejes: uno se basó en cuál era el alcance de la resolución, si alcanzaba a les estudiantes o solo a docentes; y el otro, en el tipo de uso que se hizo de las guías para trabajo en clase que coordiné tras el pedido del gobierno de Larreta en 2019, y las que ahora fueron utilizadas políticamente como argumento para prohibir el lenguaje inclusivo, usadas de manera sesgadas, quitando su introducción y todo lo que se menciona acerca del lenguaje inclusivo y su espíritu de construcción colectiva del lenguaje.

-En relación al alcance de la resolución, ¿a qué conclusión llegás luego de la audiencia? ¿Hubo claridad en este punto?

-La resolución dice que obliga usar el lenguaje acorde con las reglas de la RAE. En este punto, quedó en evidencia una primera incongruencia: desde el Ministerio de Educación se sostenía que no había prohibición. Pero, de acuerdo a una lógica deóntica (que son las vinculaciones formales que hay entre las leyes) no hacer lo que tenés que hacer trae sanciones por omitir lo que estas obligada a hacer. En este caso, si vos no usas el lenguaje como dice la RAE estas incumpliendo una obligación y podés ser sancionada.

En esta línea, se preguntó públicamente si la sanción alcanzaba a estudiantes también y desde el Ministerio dijeron que no. Sin embargo, cuando el asesor tutelar por el Ministerio Público Fiscal preguntó qué pasaba si en la prueba escrita el estudiante respondía con lenguaje inclusivo, el ministerio respondió que si se responde en inclusivo va a entender como un lenguaje mal escrito.

Una segunda ambivalencia ocurrió cuando desde el Ministerio se dijo que la prohibición alcanzaba únicamente a los docentes en posición de clase, mientras que otra voz del mismo espacio dijo que el docente debía de omitir el uso inclusivo dentro de la escuela en todo momento.

Diana Maffia: “Observé muchas contradicciones en relación a la prohibición del lenguaje inclusivo”

Las guías como argumento de prohibición

Entre los principales argumentos que sostuvo el Gobierno porteño al prohibir el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas, la resolución se apoyó en su artículo 2 en las tres guías de “Recursos y actividades para trabajar en la escuela” desarrolladas por Diana Maffia y un equipo de profesionales interdisciplinarios.

-Denunciaste públicamente que dichas guías se usaron incompletas, sin su prólogo e introducción donde, entre otras cosas, se hace mención a la importancia del lenguaje inclusivo como parte de la construcción colectiva del lenguaje, y a su vez, donde se cuestiona los alcances de la RAE. ¿Qué observación podés hacer al respecto?

-De las guías solo se utilizaron los manuales que son de uso operativos en el aula, pero se omitió la introducción y el prólogo donde se hablaba acerca del lenguaje inclusivo. En la introducción, entre otras cosas, se habla de lenguaje inclusivo y se relativiza la autoridad de la RAE y a mí no me lo informaron ni me avisaron que las guías habían sido utilizadas de manera incompleta y que con ellas se iba a argumentar la prohibición del uso del lenguaje inclusivo.

Vale recordar que fue en 2019 cuando el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires convocó a Maffia para elaborar un conjunto de materiales sobre lenguaje inclusivo para ser utilizado por el conjunto de la comunidad educativa.

“Estos manuales requirieron trabajo de especialistas en educación, comunicación y específicamente en lenguaje inclusivo no sólo en relación a la diversidad sexual. Fueron redactados por fuera de la resolución de la que además no teníamos ningún conocimiento”, expresó.

También recordó lo que dijo públicamente en junio, al día siguiente de conocer la medida adoptada por el gobierno: "La resolución del Ministerio de Educación, en sus fundamentos, retrocede en cuanto al alcance de los manuales. Y las afirmaciones prohibicionistas del Jefe de Gabinete señalan una postura y una decisión política que va a contramano del espíritu del trabajo que hemos realizado. Proponemos una herramienta perfectible, para ser utilizada colectivamente en las aulas y en las casas e ir incorporando los usos y resolviendo las dificultades de un fenómeno vivo como es la lengua. Una actitud política prohibicionista conspira contra este trabajo colectivo”.

Y finalizó: “Las palabras importan y no son neutrales: la lengua tiene la capacidad de construir e incluir sujetos de derechos, y también tiene la capacidad de visibilizarlos o excluirlos. Para que la igualdad y la no discriminación sean uno de los principios rectores en la escuela y en la vida social es necesario nombrar porque lo que no se nombra no existe”.