Día Mundial del Cáncer Infantil: el 70% de los niños se cura
Es clave que el tratamiento que realizan sea abordado por un equipo multidisciplinario compuesto por profesionales que estén especializados en oncología pediátrica.
El Día Mundial del Cáncer Infantil se conmemora cada 15 de febrero para concientizar acerca de la importancia de la detección temprana, el diagnóstico y los tratamientos que existen para esta enfermedad, mientras que los más frecuentes son la leucemia, tumores de sistema nervioso central, linfomas y otros como neuroblastoma, tumor de Wilms y retinoblastoma.
“Se trata de una enfermedad poco frecuente, con entre 1.400 y 1.500 de casos nuevos por año, es decir que el cáncer infantil representa apenas el 1% del total que se diagnostica en el país. En el 70% de los casos se cura, es decir que la enfermedad desaparece y no vuelve”, sostuvo la Dra. Mercedes García Lombardi, oncóloga pediátrica del Hospital Británico.
La especialista explicó que la enfermedad “se da por mutaciones genéticas, no está relacionado con una cuestión hereditaria”, a la vez que indicó: “Una célula tiene un cambio en su estructura de ADN, que de golpe empieza a crecer en forma indiscriminada y se convierte en una célula cancerosa que el organismo no puede controlar”.
En cuanto a los síntomas, García Lombardi aclaró que suelen ser comunes a enfermedades banales, como fiebre, dolores o infecciones y remarcó: “Por eso es fundamental que los padres sigan los controles periódicos con los pediatras, nunca automedicar y no dejar de consultar cuando haya algún síntoma que preocupe”.
La mayoría de los tratamientos en los casos de cáncer infantil son a través de la quimioterapia. “Es importante recalcar que tratamos chicos sanos con cáncer, porque no hay pacientes que estén enfermos por otras cosas, como los adultos que pueden tener hipertensión, diabetes o estar anticoagulados. Por ello tenemos posibilidad de aplicar dosis más altas de quimioterapia, lo que permite tener mayor tasa de curación”, detalló la oncóloga.
“Nosotros tratamos de que los niños transiten la enfermedad como un período, que su infancia no se trunque y que dentro de las posibilidades puedan ir a la escuela, estar con sus amigos, participar de juegos y hacer una vida normal, por eso tratamos de hacer muchos tratamientos ambulatorios”, concluyó.