Detuvieron a un sospechoso por el robo y muerte del papá de un fiscal en Lobos

Un sospechoso fue detenido por el robo seguido de muerte del papá de un fiscal en Lobos. La aprehensión ocurrió en la madrugada del martes y estuvo a cargo de la Sub DDI de Brandsen de la Policía Bonaerense.

Omar Clemente Belardinelli tenía 79 años y había sido encontrado maniatado por su hija dentro de su vivienda. El resultado preliminar de la autopsia reveló que murió de un paro cardíaco por lo que la hipótesis de que falleció "por el susto" se acrecienta.

LEÉ: Se fugaron cinco presos de una Comisaría de Lanús

El único detenido que por el momento tiene la causa fue identificado como Lucas Fabián Sosa de 33 años gracias a un Fiat Punto color negro que se usó el día del ataque.

Tras el seguimiento de las cámaras de seguridad se pudo seguir su recorrido hasta una casa ubicada en la calle Recuero y Ruiz de Los Llanos, en la localidad de Laferrere, La Matanza.

Se trata de la misma zona donde horas después se halló la camioneta Toyota Hilux perteneciente a Belardinelli y que había sido robada.

En el allanamiento se encontraron dos teléfonos celulares que serían importantes para la causa y tras la orden de arrestro Sosa fue trasladado a la Comisaría 1° de Lobos. 

Durante la investigación del sospechoso se constató que estaba registrado en los rubros de transporte de taxi y remisería de la AFIP y que trabajó once años en una empresa productora de alimentos hasta que en 2011 fue despedido. 

Belardinelli era dueño de una distribuidora de alimentos en Lobos y padre de Matías Belardinelli, fiscal que se desempeña como secretario de la Fiscalía General de la Unidad Fiscal para la Investigación de la causa AMIA (UFI-AMIA).

Según relataron sus familiares, el domingo al mediodía Omar se iba a juntar a almorzar con su hija pero como no llegaba ni respondía las llamas se acercaron hasta su vivienda y allí lo encontraron maniatado y sin vida.

LEÉ: El hermano del ingeniero asesinado en Palermo habló con Coria: "Me garantizó que trabajan"

Según confirmaron fuentes de la investigación, el cuerpo de Belardinelli estaba en su cuarto, boca arriba, con las manos atadas con un cable y los pies con una sábana.

Durante la pesquisa se halló la reja de una ventana en la cocina violentada con una barreta por lo que presumen que por allí ingresaron los delincuentes, que serían entre tres y cinco personas.