Los dos presuntos autores materiales del crimen de Lucas Cancinod, el joven de 17 años asesinado de una puñalada en el pecho tras se atacado en medio de un robo en la localidad de Ezpeleta, en el partido bonaerense de Quilmes, fueron detenidos por la Policía bonaerense.

Se trata de dos jóvenes apodados "Chancho" y "Convulsión". Una tercera persona que estaba en el lugar de detención de los sospechosos fue demorada.

Según confirmó el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, los autores fueron identificados por las cámaras de seguridad de la zona y por testigos del hecho. 

Lucas Cancino.


"Los ubicamos por las filmaciones y los testigos, a uno de ellos que había huido a una zona cerca del rio. Ahora estamos buscando el arma", comentó Berni en declaraciones a la prensa, poco antes de que el cuchillo fuese hallado en un descampado.

El ministro que se acercó a la comisaría 1era de Quilmes, en donde se reunió con los investigadores y con la intendenta de ese distrito, Mayra Mendoza, dijo que los sospechosos tienen antecedentes penales.

Al referirse a los tres sospechosos dijo que  "uno de ellos entró detenido el 24 de julio por robo calificado por el uso de armas ¿saben cuándo salió en libertad? en menos de cuatro días" , y siguió: "Entonces a mi me parece que más allá de la responsabilidad que nosotros tenemos y que es lo que estamos haciendo de mejorar la institución, me parece que en la Argentina, y si bien me parece bárbaro que discutamos el sexo binario y el sexo de los Ángeles, alguien tiene que discutir alguna vez cómo una persona que fue detenida por robo con arma en cuatro días salió en libertad".

En tanto, al referirse a otro de los detenidos, comentó que había sido detenido el 26 de mayo por robar una bicicleta.

Marcha para pedir Justicia

Poco después de las 18:00, familiares y vecinos de Lucas marcharon para pedir Justicia y Seguridad, en Avenida Mitre y Juan C. Varela, en Ezpeleta. “Justicia, justicia, justicia”, pedían los vecinos mientras aplaudían y cortaban la calle.

Cerca de las 20:00, parte de esa concentración se sumó a otra en la que había unas 300 personas muy cerca de la casa de Lucas. La noche se iluminó con las 31 velas que pusieron en la calle, junto a un pedido de Justicia por el crimen.

Mientras tanto, la familia del chico asesinado en Quilmes despedía sus restos en un velatorio íntimo.