Ocho policías fueron detenidos en las últimas horas en la localidad salteña de Orán acusados de torturar y amenazar de muerte a un testigo del robo a un supermercado y hasta el momento ya son 11 los efectivos imputados en la causa.

Las ocho detenciones se llevaron a cabo luego de que el Juzgado de Garantías 1 de Orán hiciera lugar a un pedido de allanamiento, detención y secuestro, realizado por la fiscala penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, en la causa que investiga la supuesta comisión de los delitos de privación ilegítima de la libertad, torturas y lesiones leves en concurso ideal, por parte de efectivos de la Brigada de Investigaciones 2 de esa ciudad.

Las nuevas medidas ordenadas, según publicó el Ministerio Público Fiscal de Salta, se concretaron en las últimas horas de este jueves.

Como resultado, fueron detenidos un oficial auxiliar a cargo de la dependencia en la que habrían ocurrido los hechos investigados y otros dos oficiales; un suboficial principal y cuatro sargentos que estuvieron de guardia ese día.

El pasado viernes 23 de abril, ya habían sido detenidos en la misma causa, un oficial y dos sargentos.

Las nuevas medidas, según se informó, se realizaron luego de que nuevos testimonios de internos alojados en la Brigada de Investigaciones, fueron coincidentes al señalar que el pasado 8 de abril, los efectivos ingresaron a un hombre a una habitación de la dependencia que está atrás del patio interno y relataron que luego cerraron la puerta y pusieron música a un alto volumen, aunque pudieron escuchar gritos de dolor.

Dos de los internos manifestaron que también fueron víctimas de torturas con bolsas en la cabeza y que además los golpearon.

El pedido de detención de la fiscala Simesen de Bielke se fundó principalmente en la gravedad de los hechos de violencia institucional y en la necesidad de impedir que los investigados continúen los acometimientos en contra de la población, con el abuso del poder que detentaron al cumplir funciones en la fuerza de seguridad provincial.

Además de las detenciones se secuestró el libro de guardia y un auto Ford K de color gris, que se encontraba incautado previamente en una causa federal.

Según se informó, de las tareas investigativas, surgió que los efectivos citaron al denunciante para que prestara declaración testimonial, a raíz del robo producido en el Supermercado Comodín de Orán, el pasado 5 de abril.

Una vez allí, y según lo pudo determinar la investigación, cometieron un claro exceso en el ejercicio de sus funciones y sin que existieran motivos razonables ni una orden de la autoridad competente, privaron ilegítimamente de la libertad ambulatoria al denunciante, a quien retuvieron desde las 18:00 del 8 de abril, hasta las 2:30 del día siguiente, esposado y sin que pudiera irse del lugar.

Según la fiscala, "el accionar ilícito de los detenidos se extendió hacia el despliegue de conductas del delito de torturas, ya que infligieron tormentos físicos y psíquicos, de carácter grave con el fin concreto de intimidar al denunciante, para obtener una confesión que atribuyera responsabilidades por el robo al supermercado a personas determinadas, en función de las líneas investigativas que resultaban en beneficio de la intención del personal para resolver la causa".

Además, en la causa se pudo establecer que los actos se desarrollaron a través de múltiples golpes y la colocación en la cabeza de la víctima de bolsas plásticas, para intentar quebrantar su voluntad.

También exhibieron y prendieron un taladro, con el que amenazaron con provocarle lesiones y a través de un recorrido en un vehículo perteneciente a la fuerza de seguridad por las calles del barrio 20 de Febrero, lo amenazaron con llevarlo al basural, lugar en el que manifestaron que lo iban a matar y que se cuidara de denunciarlos, por lo que lo iba a pasar mal, él y su familia.

Uno de los efectivos también habría incurrido en el delito de falsedad ideológica, que concurre en forma real con los demás delitos endilgados, "ya que en su calidad de funcionario público, insertó en un instrumento público una declaración falsa, concerniente a un hecho que el documento debía probar, al haber consignado como dichos del denunciante la responsabilidad por el robo al supermercado a las personas que los mismos efectivos policiales le habían dicho que los incriminara".

El robo al Supermercado Comodín, ubicado en Laprida y Arenales, de Orán, ocurrió el pasado 5 de abril por la mañana y la denuncia fue realizada por la tarde.

Trascendió que los ladrones se robaron unos 6.000.000 de pesos.