Venta de droga, irregularidades en el servicio alimentario, pabellones y celdas tarifadas y hasta comercialización de permisos para estudiar y trabajar, por todo esto y más la mayoría de los integrantes de la cúpula de oficiales que estaba a cargo de la Unidad Penal 1 de Lisandro Olmos fue removida de su cargo a la espera de la resolución del sumario abierto en el Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires. 

La decisión llega luego una de las denuncias que realizó la directora Provincial de Asuntos Internos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), Paula Nápoli, por irregularidades en el funcionamiento del penal.

La funcionaria encabezó, el pasado martes 4 de agosto, un operativo sorpresa en el lugar en el que comprobó algunas de las denuncias hechas en contra de los efectivos. 

Entre estas irregularidades se encuentran la venta de pabellones, la obtención de camas a cambio de dinero, permisos para estudiar y trabajar, comida y hasta droga.

La Unidad 1 de Lisandro Olmos está dirigida por el Inspector Mayor (del Escalafón General) César Bagnasco, hombre de confianza de uno de los históricos de la cúpula de la fuerza, Juan Vaccaro, y la auditoría generó malestar entre los agentes que, ahora, habrían amenazado a la funcionaria.

La pesquisa comenzó a raíz de la sumatoria de graves denuncias y la acumulación de gran cantidad de sumarios contra los efectivos de esa unidad penitenciaria y terminó por demostrar la existencia de una corrupta trama penitenciaria. A raíz de esta investigación de Asuntos Internos es que se decidió correr a la cúpula del penal y en la mañana de este miércoles se abrieron los sumarios en la cárcel ubicada en 47 y 197.

El penal quedará intervenido por unos días. "Se estima que el próximo lunes asumen las nuevas autoridades", señalaron fuentes penitenciarias. En la lista de posibles jefes aparece el penitenciario Manuel Chamorro, de extensa trayectoria dentro del  SPB.