En la semana de la lactancia se realizó un informe sobre los desafíos de una lactancia en su totalidad y como es el proceso que llevan a cabo las madres para lactar conociendo sus beneficios tanto para el bebe como para ellas y la sociedad en conjunto.

Según la encuesta nacional de Lactancia Materna hecha en 2022 en donde se marca que en el total del país solo el 53,2% de los niños consumieron leche humana en los primeros 180 días. En escalas más altas se encuentran Chaco y Formosa siendo una de las provincias con más cantidad de mamás lactantes.

En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, la investigadora del Conservatorio de la Deuda Social Argentina, Ianina Tuñón, explicó que estos múltiples beneficios de la lactancia no son conocidos y que ese conocimiento juega un rol muy importante a nivel de los hogares y particularmente de la madre.

En tanto explicó: “La lactancia tiene fuente de nutrientes esenciales, protección de enfermedades, desarrollo cognitivo, emocional, bienestar digestivo, entre otros. Facilita la recuperación del tamaño normal de útero, se asocia a una menor propensión de cáncer de mama y útero, permite un mejor control del peso, entre otros. Tienen beneficios ambientales, y socioeconómicos para la sociedad en su conjunto”.

Además, añadió “Se ha dado una merma significativa en la natalidad en el caso de aquellas mujeres menos educadas que ha tenido un impacto significativo en esta población. Cuando tenemos esta merma de natalidad, tenemos una gran oportunidad pero recursos escasos que debemos reforzar para poder promover un mejor desarrollo de capital humano en nuestra sociedad. Estamos frente a un caso en el que tenemos menos niños y podríamos priorizar las políticas públicas orientadas a la lactancia”.

Asimismo mencionó algunas ventajas o capacidades de las madres y sus entornos para prolongar la lactancia materna: “Decisión previa de la madre y su entorno; buscar desarrollar confianza y habilidades para la lactancia, paciencia en el proceso inicial; estar tranquila en los momentos de la lactancia, disfrutar el vínculo de apego con el bebé; tener acompañamiento postparto: contención profesional y familiar, valorar la practicidad y el beneficio económico, sostener la decisión, aprender a extraerse leche, manipular esta y armar un banco de leche y el ejercicio de un nuevo rol que puede producir mucha satisfacción y compromiso, e incluso suplantar otros roles”.

Por último, explayó las limitaciones internas: “Persistencia de dolores físicos de la madre; depresión posparto; desgaste físico y psicológico durante el primer mes; percepción de la insuficiencia de leche; un entorno familiar invasivo y que juzga a la madre; aislarse (no pedir ayuda, no socializar con pares, no consultar), vínculos “débiles” de acompañamiento; ausencia o insuficiencia del rol paterno a la hora de facilitar la lactancia; no contar con ayuda doméstica y de cuidado de otros miembros del hogar, pérdida de autonomía de la madre; y malas prácticas de manipulación y almacenamiento de leche.