“Hay que encontrar nuevos caminos”, remató su exposición el creador del asistente de lectura de noticias UalterIA, Julián Gallo, en el webinar Inteligencia artificial, una nueva forma de consumir periodismo, organizado por la red mujeres periodistas WINN (Women in the news network).

Invitado junto a Silvia Bacher, miembro de la Alianza para la Alfabetización Mediática de UNESCO,  por Gabriela Oliván, fundadora de WINN, demostró con datos que la actual sobreproducción de noticias ofrece se da en el marco del cada vez menor tiempo neto que destinan las audiencias a leer, lo cual torna imposible mantenerlas.  

Según sus cálculos, deberían dedicar 15 horas diarias a consumir el promedio diario de 250 noticias, de 800 palabras cada una, que se publican en la web, o sea, unas 200 mil palabras por día, cuando un lector puede absorber, a lo sumo, un 10%. 

Inclusive, remarcó, “hoy por razones culturales que fueron más rápidas que la capacidad de adaptación, una gran parte de la audiencia se alejó y en algunos casos, definitivamente”. 

Puso como ejemplo “una persona que está acostumbrada a ver videos de TikTok, que es una alteración importante y, en nuestra capacidad de atender, sería difícil que después pueda adaptarse a leer textos”.

Y agregó, “aunque desaparezca TikTok y aparezcan otras apps, su capacidad de absorber y de mostrar todo el tiempo una novedad interesante les quitó la posibilidad de ver algún tipo de contenido que sea más exigente”. 

Es justo en ese punto cuando señaló la necesidad de acceder a los adelantos de la IA, como un soporte que realice esas labores dispendiosas al ojo humano, pero que son igualmente necesarias para periodistas y medios de comunicación.

Se refería a programas que clasifican automáticamente, por sí solos, en un artículo un asistente de lectura, con resumen que recorta la lectura de los 238 segundos a 23, punteos de 10 frases, destacados, datos, FAQ y técnicas.

Se carga, por ejemplo, la reproducción textual de un discurso y el soft desmenuza todas esas aperturas en apenas segundos y hasta carga fotos, vídeos y hace los epígrafes..

Gallo explicó que el sistema que pensó como solución para que las personas accedan a mayor cantidad de información tiene en cuenta que el promedio de tiempo que pasa una persona leyendo noticias es de 3 minutos. “Un asistente de lectura es un aliado, alguien que me ayuda a encontrar lo que busco”, aseguró.

La punta del Iceberg

Puso de relieve que “la IA es solo el comienzo de una nueva era tecnológica en el mundo. El trasfondo es inimaginable y sus posibilidades infinitas, por lo mismo es difícil predecir sus ventajas o desventajas a la hora de ejercer periodismo”.

Para él, lo que estamos presenciando, “es solo el amanecer del primer día de la década de inteligencia artificial. O sea, es solo la punta del Iceberg. Lo que nos espera es abrumador, espectacular y lleno de incertidumbre”. 

La incorporación de la IA al ejercicio del periodismo se hace inminente, por lo que el llamado es a aprovechar las utilidades tecnológicas, incorporándolas para ir a la par de un mundo que no se detiene y cada vez exige mayor inmediatez y dinamismo, expresó.

“Quiero ser honesto, estamos en el paso anterior a la estrategia. Algo irrumpió. Ni siquiera nos permite ver hacia dónde vamos. Pero creo que el periodismo debe encontrar caminos”, reflexionó. 

La ayuda de la IA puede servir para que los periodistas dediquen más tiempo a la investigación, el análisis, la generación de opinión y muchas cosas más que un asistente no hace, dijo y añadió: “He aquí la diferencia entre la tecnología y la mente humana. La IA no es el reemplazo del periodismo, pero sí una gran ayuda para redireccionarlo”. 

La figura que resume todo un proceso sería un redactor-editor que sale a la calle a hacer una cobertura, con una crónica más entrevistas dictadas por voz al convertidor en textos, al que a su vez suma fotos y video, la IA aplica el asistente de lectura y organiza el artículo para que quede ya listo para publicar 

Periodismo imprescindible

Si bien es cierto que con los adelantos tecnológicos algunas labores del reportero innato quedan cubiertas, o por lo menos minimizadas a un click; también cabe resaltar que el periodismo ocupa un lugar imprescindible en la sociedad, advirtió Gallo en su disertación.

“El periodismo es muy importante para la democracia, no es solamente un negocio de entretenimiento, sino un factor decisivo y generador de opinión pública. Es que no es lo mismo que la publicación la haga un medio periodístico profesional, a que la publique un creador”, aclaró.

Aunque la importancia de la labor periodística profesional muchas veces pase desapercibida, hay trabajos rigurosos que generan opinión pública y en los cuales hay un riesgo asumido del que nadie habla, manifestó. 

“Hay investigaciones que pueden poner en juego la vida de los periodistas. El patrimonio de los periodistas, el patrimonio de la empresa periodística. Y eso es lo que hace el periodismo que nunca va a hacer un creador. No va a haber un creador que haga una investigación de seis meses sobre algo que pone en riesgo su vida”, explicó el periodista.

Finalmente, dijo visualizar un presente de incertidumbre, miedo y duda. 

Las redes sociales constituyen, en este contexto, un factor de atracción del tráfico informativo, con el que interactúan, y como tal restan aún más tiempo al que disponen las audiencias.

“Bueno, eso es más o menos lo que nos va a gobernar de ahora en adelante. No sabemos. Es muy difícil establecer un camino hacia adelante con tantas novedades. Pero también es muy estimulante”, puntualizó.