Romina Loza murió en menos de una hora de ingresada al quirófano, en donde se debía hacer una “operación sencilla”, según habían anticipado los médicos. Pero algo salió mal, y la operación de vesícula, que se esperaba fuera un alivio para seguir su vida con menos dolores y malestares, terminó en tragedia.

Los familiares denunciaron por “mala praxis” al hospital Municipal de Marcos Paz, donde fue atendida la mujer de 32 años.

“Ella salió contenta de casa porque iba a dejar de sufrir esos dolores”, recordó en diálogo con TN, Raúl Lozada, el papá de la víctima.

Romina Loza entró al quirófano a las 8 de la mañana del 13 de agosto pasado y, en menos de una hora, murió por un paro cardiorrespiratorio, de acuerdo al relato de los médicos.

Sin embargo, la autopsia indicó que le perforaron el esófago cuando la quisieron intubar. Según contó el padre de la mujer, los profesionales de la salud tomaron esta última medida para poder salvarla del ataque al corazón que sufrió en plena operación.

La familia de la víctima todavía no recibió ninguna respuesta por parte del hospital ni del municipio, por eso iniciará una demanda por la muerte de Romina, a la vez que aclaró al mismo medio que todavía no está resuelto si la denuncia será al centro de salud o al municipio.

Raúl también señaló que el día de la operación, luego de que tomaran conocimiento del fallecimiento de Romina, él se encontraba afuera esperando junto a su esposa y a su nieta, y unos 30 policías los acorralaron para evitar posibles disturbios. “Nos trataron como delincuentes, pero no teníamos intenciones de hacer nada”, dijo.

El gran despliegue policial dejó al descubierto que, al parecer, no sería la primera vez que ocurría un caso de mala praxis en ese hospital. Fuentes de la investigación expresaron que, en casos similares, los allegados de las víctimas se pusieron violentos.

En el día de ayer se realizó una marcha para pedir justicia por Romina Loza y para exigir la renuncia del director del hospital, Facundo Pastor, quien está señalado por lo sucedido.