Declaran las tres hermanas de Maradona como testigos en la causa por su muerte
Son querellantes en la causa, que está al borde de ir a juicio oral y público, y por ahora tiene siete imputados.
Ana, Nora y Rita Maradona declaran este miércoles en la fiscalía general de San Isidro como testigos por la muerte de Diego Armando Maradona, por la cual hay siete médicos acusados de homicidio simple con dolo eventual, que irían a juicio oral y público próximamente.
La primera convocada es Claudia Nora Maradona a las 10, luego el turno de Ana Stela y finalmente a las 14 se presentará Rita Mabel. Las tres hermanas del Diego son querellantes en la causa y están claramente enfrentadas a Dalma y Giannina Maradona.
Incluso las tres hermanas tenían como abogado patrocinante de la querella a Matías Morla, pero éste finalmente fue apartado por pedido de Dalma y Giannina, pues dijeron que era contradictorio que él sea abogado querellante cuando paralelamente ellas lo habían denunciado por fraude por el manejo de la marca Maradona.
Maradona murió el 25 de noviembre del 2020 luego de una internación domiciliaria que atravesaba en un barrio privado de Tigre por una operación de un hematoma subdural. Según una junta médica convocada por la Justicia, la muerte de Maradona era predecible y el accionar de los médicos intervinientes fue deficiente y temeraria.
Por eso, los fiscales de San Isidro terminaron de acusar a siete médicos en total, entre quienes están el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, dos enfermeros, y personal de la obra social Swiss Medical y de empresas tercerizadas contratadas para la internación domiciliaria de Maradona.
Los fiscales ya los indagaron y ahora están en la cuenta regresiva para determinar si la causa pasa a juicio oral y pública con todos los acusados o algunos de ellos de acuerdo a la responsabilidad que estiman tuvieron en la muerte de Maradona.
Por ahora la acusación es de homicidio simple con dolo eventual, esto es que debían haberse representado que Maradona podía morir. Es un delito que contempla una pena de hasta 25 años de prisión.