Dariusz Paweł Kotwica, el primer asesino serial de Europa: mató a tres jubilados en dos países y atemorizó al Viejo Continente
Se cree que pudo haber matado a más personas en otros países cercanos. Confesó que sentía "alegría" al torturar su víctimas, a las que elegía por azar.
Dariusz Paweł Kotwica, conocido como "el destripador de Europa", fue el primer asesino serial del Viejo Continente, ya que mató a tres jubilados en Suecia y Austria, pero se cree que también fue autor de homicidios en Países Bajos, República Checa y Reino Unido al utilizar las fronteras abiertas.
Nacido en Polonia en 1986, Kotwica se crió en Metalchem, una ciudad en las afueras de Opole, donde era conocido por vestir siempre una campera y pantalón deportivos.
Este sujeto fue criado únicamente por su madre y nunca conoció a su padre, al tiempo que a pesar de sus malas notas en la escuela y su ausentismo a la misma, era muy inteligente y eras amante de la mitología griega.
En 2005, cuando tenía 19 años, empezó a viajar por Europa y primero se radicó en Inglaterra, donde estuvo varios años.
Ya en 2011 se mudó a Países Bajos, donde hirió gravemente a una persona desconocida, mientras que un año después, en la ciudad austriaca de Salzburgo trató de matar a un comerciante al no poder robar en su tienda.
En enero de 2015 robó un comercio en Alemania y en abril de ese año, en Gotemburtgo, Suecia, cometió su primer crimen al apuñalar en reiteradas ocasiones a un jubilado de 79 años llamado Bo Georg Ehrlander.
La víctima fue encontrada en el mismo lugar donde fue asesinado, tendido en el suelo de la cocina de su casa, pero también se descubrió que faltaban las llaves de su automóvil.
El 21 de mayo del mismo año, pero en Viena, Kotwica entró a la a la vivienda del político austriaco Gerhard Hintermeier, de 75 años, y de su esposa Erna, de 74 años, y los golpeó para luego apuñalarlos hasta matarlos. Antes de asesinar a la mujer la violó y luego, en el cuerpo de ella, escribió la frase "Tantum ergo" con pintura marrón.
A esa altura, Kotwica era buscado en todo el mundo y finalmente fue detenido el 8 de junio en una estación de trenes de Düsseldorf, Alemania, luego de que las cámaras de vigilancia lo captaran usando la tarjeta de cajero automático de la pareja muerta.
El múltiple homicida fue extraditado rápidamente a Austria, donde confesó haber cometido el doble asesinato, pero también admitió haber matado a Ehrlander, cuyas llaves del automóvil fueron encontradas en su poder.
Kotwica confesó que sentía "alegría" al torturar a sus víctimas y aseguró que las elegía al azar.
Este asesino serial fue llevado a juicio y durante una de las audiencias afirmó que sus "voces interiores" le decían que matara.
Fue así que los psiquiatras lo examinaron a fondo y concluyeron que padecía esquizofrenia paranoide desde hacía al menos 10 años.
Kotwica fue declarado culpable y condenado por el asesinato de los Hintermeier y Ehrlander, pero debido a su enfermedad mental, fue trasladado a un centro de tratamiento en Göllersdorf, donde se encuentra actualmente alojado.