La invasión de mosquitos en Capital Federal y alrededores todavía da que hablar y ante el aumento de casos positivos de Dengue y Encefalitis Equina es importante saber cómo diferenciar ambas picaduras. 

El mosquito Aedes Aegypti es el que transmite el dengue y es uno de los más comunes en las zonas urbanas ya que se reproduce en lugares hogareños donde se acumula agua.

Mientras que el mosquito Aedes albifasciatus es el que transmite la enfermedad Encefalitis Equina y que en las últimas semanas comenzó a darse a conocer por su contagio a seres humanos.

Fumigación contra el dengue en el partido de Quilmes ante la aparición de dos casos de dicha enfermedad. FOTO CARLOS BRIGO-DP

En esta ocasión dicha especie se crea en espacios rurales producto de las intensas lluvias. Los experto señalan que esta especie pica fuerte porque está acostumbrada a alimentarse de bovinos, quienes tienen un cuero fuerte.

"A diferencia del mosquito que nosotros tenemos acá en la ciudad, en nuestras casas, que es el Aedes aegypti, que transmite el dengue, chikungunya y otras virosis, este es un mosquito charquero que molesta mucho y es agresivo”, explicó a Noticias Argentinas el ingeniero zootecnista, Guillermo Pedro Mariategui.

Con ambas especies dando vueltas por la Capital Federal, es importante reconocer cómo son ambas picaduras para estar alertas ante la aparición de cualquier síntoma.

En este sentido señalan que el mosquito que transmite la Encefalitis Equinadeja una huella más reconocible por la intensidad” y que puede picar a través de la ropa. Caso contrario sucede con el dengue que tiene menos potencia y necesita el contacto con la piel del humano. 

La marca que deja sobre la piel el mosquito del campo es más rojiza y de tipo roncha, cuando el urbano es una picadura común a la de cualquier mosquito. 

Otra de las señales también a tomar en cuenta es que el Aedes Aegypti es negro con manchas blancas, mientras que el Aedes Albifasciatus es marrón. 

Algunos especialistas señalan que los mosquitos tienen un promedio de vida de entre 15 y 30 días por lo que todavía quedan varias jornadas hasta que cese la invasión.