"Mañana van a caer a joder. Ojo lo que dicen que sabemos todo". El sábado posterior a la detención del Clan Sena, las segundas líneas, en la cadena de mando, le advirtieron a los vecinos del barrio Emerenciano Sena que la Policía allanaría sus viviendas a la mañana siguiente.

Las paredes hablan y los vecinos observaron a la referente Alicia Pelizardi bajar las directivas que debían respetarse a rajatabla.
Consultada por este medio, la seguidora de los Sena dijo que "se trata de puteríos" antes de cortar la comunicación.

En el barrio se preguntan por qué entre el 4 y 5 de junio se asfaltó un tramo de 20 metros cercano a una casa allanada, casualmente, donde se encontró la "valija" de Cecilia.

También se habla de quienes el 2 y 3 de junio, horas después del asesinato, fueron los encargados de limpiar el chalet de Oro al 1400 en el centro de Resistencia

Los Sena tenían urgencia en limpiar la última casa que visitaría Cecilia con vida.

En un clima de extrema tensión interna, hay vecinos que hoy se preguntan cómo no se dieron cuenta de lo que pasaba allí. Algunos lo cuestionan. Otros compraron el relato y desprecian al periodismo.

Es que Marcela Acuña les dijo, antes de ser detenida, que los porteños y los medios iban a estigmatizarlos. En privado, fue más concreta: "Si no llegan los medios de Buenos Aires lo hacemos pasar por un loquito".

LEÉ: La escalofriante declaración de Marcela Acuña por el femicidio en Chaco: "Vi un bulto y supuse que era un cuerpo"

El loquito era, de acuerdo con el relato oficial, su propio hijo. César, según un testigo presencial, compartió un asado con salchichas y chorizos del campo, con Cecilia y la familia Sena a mediados de abril.

En la foto todos lucen sonrientes. Menos la suegra de Cecilia que nunca la aceptó.

César daba clases en el colegio del barrio que lleva el nombre de sus padres. Nadie recuerda de qué.

Las maestras tienen miedo de contestarles preguntas a los niños que miran el noticiero y temen comer la comida que les dan. Ya no visten de rojo. El uniforme fue modificado.

Los vecinos son obligados a vender rifas pues "hay que pagar los gastos" como les contó el líder preso con la.impunidad de su celular carcelario. El control se acrecentó. El miedo, aún más.

LG/GAM