Un nuevo informe confirma un dato que en Argentina preocupa desde hace décadas y es la brecha entre los estudiantes de escuelas secundarias de gestión públicas y privadas sigue vigente: sólo se gradúan el 36 por ciento de quienes ingresan a escuelas estatales y un 63 por ciento de los ingresantes a escuelas privadas.

“El verdadero mapa de la desigualdad educativa”, indicaron desde el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, encargados del informe.

De los 631.719 alumnos que comenzaron primer año del colegio secundario en 2014, sólo 366.137, es decir el 43,2%, lo finalizó seis años después, en 2019. “A pesar de que la matrícula de nuestro nivel secundario creció, como también lo hizo la cantidad de egresados, es necesario que ese crecimiento sea equitativo y no distinga por el nivel socioeconómico de nuestros estudiantes”, indicó públicamente Alieto Guadagni, director del CEA.

Extremos entre provincias

En el informe se detalla lo que sucede en cada provincia en torno a las cifras relativas a los diferentes sistemas de gestión. Entre los datos más extremos se encuentra, el nivel de egreso en un 88% de los estudiantes secundarios de escuelas privadas de San Luis, y tan solo el 24% de los correspondientes a las escuelas estatales de la provincia de Santa Fe.

"Es necesario eliminar las diferencias respecto de la cantidad de estudiantes que comienzan y culminan el nivel secundario en el tiempo esperado, además de garantizar la calidad de su nivel de conocimiento. De esta manera, se producirá un importante avance hacia la justicia social y la igualdad de oportunidades, favoreciendo así la disminución de nuestra pobreza", completa el director del CEA.

La matrícula de nuestro nivel secundario creció como también lo hizo notablemente la cantidad de egresados de este nivel educativo. Sin embargo, es necesario que este crecimiento sea equitativo y no distinga ni por provincias ni por el nivel socioeconómico de nuestros estudiantes, eliminando las diferencias manifestadas en estos indicadores, principalmente en lo que respecta a la cantidad de estudiantes que comienzan y culminan el nivel secundario en el tiempo esperado, además de garantizar la calidad de su nivel de conocimiento. De esta manera, se producirá un importante avance hacia la justicia social y la igualdad de oportunidades, favoreciendo así la disminución de nuestra pobreza”, concluye el informe.