La Cámara del Crimen confirmó la falta de mérito a favor de la policía de la Ciudad Teresa María Luján Scorza en el  marco de la causa por el homicidio del joven futbolista de Barracas Central Lucas González.

Scorza fue la última detenida por pedido del fiscal Leonel Gómez Barbella, tras ser reconocida en una ronda fotográfica por uno de los jóvenes que acompañaban a González cuando fue asesinado.

Pero la jueza Paula González consideró, al resolver su situación procesal, que las pruebas en su contra eran insuficientes para procesarla o sobreseerla y ordenó una serie de medidas de prueba.

La querella y la fiscalía apelaron la medida, pero la Cámara –con las firmas de los jueces Ignacio Rodríguez Varela y Hernán López, coincidió en que las probanzas “no alcanzan, aun con el grado de provisoriedad que requiere esta etapa, para tener por acreditada la intervención de Scorza en las conductas por las que fuera intimada”.

LEÉ: El padre de Matías Bragagnolo comparó a los absueltos en el caso con la "banda de los copitos"

“Sin dudar de lo declarado, cabe destacar en el orden del convencimiento de esa prueba que en la audiencia en cuestión la propia víctima remarcó que para identificarla se había guiado exclusivamente ‘por su mirada’, ya que no la había podido ver a la cara directamente porque estaba esposado boca abajo”, explicaron los camaristas.

“Tampoco puede pasarse por alto que en ese mismo acto procesal, unos minutos después, se le exhibió una plana fotográfica diferente, oportunidad en que señaló a otra mujer -que no era ninguna de las imputadas- y le asignó el mismo rol que a Scorza”, añadieron.

Además, los jueces resaltaron que “Scorza no fue señalada por ninguno de los otros testigos”.

No obstante, ordenaron “materializar las medidas señaladas a fin de evacuar las citas expuestas por Scorza y esclarecer la superposición de imputaciones que se advierte en el caso”.

LEÉ: Tragedia en Santiago del Estero: una nena de 11 años murió al caer de una tirolesa

Scorza había sido detenida el 20 de julio pasado por haber sido reconocida mediante fotografías por uno de los sobrevivientes que acompañaban a Lucas González como la persona que lo insultó y amedrentó cuando estaba esposado.

Lucas González fue asesinado de un balazo por una brigada de tres policías que presuntamente lo confundieron con un delincuente cuando salía de un entrenamiento en Barracas Central en un automóvil con tres compañeros.

El hecho ocurrió en noviembre del año pasado y hay 14 policías (tres por el homicidio y 11 por encubrimiento) que permanecen detenidos y en camino al juicio oral y público.