El conductor que en 2023 consumió alcohol y drogas, chocó y mató a dos mujeres en Floresta fue condenado a 9 años de prisión tras ser considerado responsable del delito de homicidio simple con dolo eventual, lesiones graves y lesiones leves.

Este jueves el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº2 condenó a Lucas Castro, de 40 años, y dispuso una inhabilitación especial por 10 años para conducir vehículos, así como también ordenó el decomiso de la camioneta del hombre, en línea con lo que había requerido la fiscalía.

En la etapa de alegatos, la Fiscalía N°2 pidió que Castro sea sentenciado a 12 años de prisión, pero los jueces Analía Monferrer, Pablo Laufer y Juan Manuel Grangeat lo condenaron a 9 años.

“De acuerdo con la acusación, el 7 de abril de 2023 el imputado manejaba su camioneta Ford Kuga Titanium por la avenida Chivilcoy a una velocidad mayor a la permitida, aproximadamente a unos 80 kilómetros por hora. A las 3.30, al acercarse a la intersección con la calle César Díaz, no logró conservar el dominio del vehículo y embistió la parte trasera de un auto Renault Duster que se encontraba cruzando aquella calle”, destacan desde el Ministerio Público Fiscal.

María Julieta Rovea (43) y Clarisa Zylberman (54) murieron en el acto.
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / redes

En los asientos traseros iban María Julieta del Luján Rovea (43) y Clarisa Zylberman (54), quienes fallecieron de manera inmediata tras el impacto. El auto era manejado por Javier Zylberman, su esposa iba en el asiento del acompañante y su hija, de por entonces 14 años, iba detrás. Los tres resultaron heridos.

“Íbamos tranquilos escuchando música; llegamos a la esquina, bajo la velocidad, me fijo si viene alguien; cruzó, y cuando estoy por agarrar la cuneta, siento el impacto”, detalló el conductor del auto durante el juicio.

Asimismo, aseguró que, a pesar de estar con mucho dolor, se bajó y empezó a rodear el auto para corroborar cómo estaban el resto de las personas: “Mi hermana y Julieta fallecieron en el momento. Mi hija adolescente tuvo una fractura de pelvis”.

El condenado había consumido estupefacientes y el control de alcoholemia arrojó que tenía más de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre. A su vez, no respetó la prioridad de paso del otro vehículo y excedió en más de 30 kilómetros la velocidad permitida.