El acusado de asesinar al kiosquero Roberto Sabo en noviembre de 2021 en la localidad bonaerense de Ramos Mejía fue condenado hoy a la pena de prisión perpetua.

Se trata de Leandro Suárez, de 30 años, quien llegó al juicio imputado por los delitos de "homicidio agravado criminis causae y robo agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor de edad".

El fallo fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de La Matanza, que lo consideró coautor penalmente responsable de todos los delitos acusado por la fiscalía, la que consideró que no existió un forcejeo entre la víctima y el homicida, tal como dijo Suárez en el juicio, y también que éste "ejecutó" al comerciante de cuatro
disparos.

"Por lo menos se hizo justicia como debe ser. Eso me consuela un poco porque la herida la tengo para siempre en mi el corazón", dijo visiblemente emocionada Maia, la madre de la víctima, tras conocer la sentencia contra el asesino de su hijo.

En declaraciones al canal de noticias TN, la mujer agregó: "lo que jamás en mi vida hubiese pensado es que le podía pasar esto a mi hijo.Yo daría mi vida por mi hijo. Esto fue una injusticia, él amaba a sus hijos, trabajaba los domingos para que sus hijos estudien y no tengan que estar en un negocio". 

El fiscal Sergio Antín le había solicitado la semana pasada al TOC 2 de La Matanza que condenara a perpetua a Suárez; al igual que lo hicieron los abogados de la familia de Sabo. En tanto, la defensa del acusado solicitó la pena de 15 años por el delito de "homicidio en ocasión de robo".

Antes del veredicto, y al pronunciar sus últimas palabras en el juicio, el acusado volvió a decir, tal como lo había hecho al declarar, que no tuvo intenciones de matar y le pidió perdón a los familiares de la víctima.

Sabo fue asesinado de cuatro disparos el 7 de noviembre de 2021, y según la reconstrucción del hecho, el acusado se bajó de un remís junto a una joven de 15 años, entró al local con una pistola semiautomática 7,65 milímetros y un revólver calibre 22 y, sin mediar palabra, le robó 10 mil pesos y le dio cuatro disparos a Sabo que son los que le causaron la muerte.

Tras cometer el crimen, se subieron al remís con el que fueron hasta Ramos Mejía, pero a los pocos metros chocaron y decidieron entrar a un supermercado para esconderse. Luego se llevaron la moto de un repartidor, pero la Policía ya había sido alertada de lo sucedido y minutos después fueron detenidos en plena vía pública. La joven fue declarada inimputable por la edad.