El Tribunal Oral Criminal 8 condenó a catorce años de prisión al expolicía Rodolfo Suárez por producir, almacenar y distribuir pornografía infantil y cuya red había tenido como víctimas a 1.200 menores.

Fue condenado por los “delitos de promoción a la corrupción de menores agravado por ser las victimas menores de 13 años, cometido en cuatro oportunidades y en concurso real entre sí, cada uno de ellos en concurso ideal con los delitos de producción de material pornográfico, en concurso real con tenencia de material de pornografía infantil, agravado por tratarse de menores de 13 años cuyas imágenes se encontraron en su poder”.

Suárez, de 71 años, había sido detenido por el juez de instrucción Darío Bonanno quien llevó adelante la investigación donde se detectó una red de pornografía infantil de la cual el expolicía guardaba y traficaba esas imágenes desde su vivienda en Flores.

Si bien se descubrió a la red en 2019, los hechos que se le acusan son desde el 2000 en adelante e incluso a menores que van desde los dos años. Su descubrimiento fue fortuito, pues Suárez llevó a arreglar su computadora a un local para hacer un back up, y allí advirtieron que tenía una gran cantidad de imágenes de pornografía infantil, por lo que realizaron la denuncia.

La forma de captar a sus víctimas por parte del acusado, según se sospecha, era haciéndose pasar como realizador audiovisual de programas infantiles, uno de los cuales él decía que era la tira "Patito feo".

"Suárez, a la hora de interactuar en sociedad, se presentaba, incluso entre su círculo de conocidos, como productor de eventos infantiles y chofer de personajes reconocidos del ambiente del espectáculo, título que, como se analizará seguidamente, utilizó como una suerte de 'anzuelo' para captar la atención de menores de edad y relacionarse con ellas, con la excusa de promover su arte", sostuvo el juez en la acusación.

Ahora, los integrantes del Tribunal Alejandro Sañudo, Javier Anzoátegui y Luis María Rizzi, condenaron a Suárez en base a la declaración de testigos y las pruebas halladas en las computadoras del acusado.