El juicio por la megacausa "Bobinas Blancas", comenzó de manera virtual ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca, y seis de las siete personas que están acusadas de integrar una organización narcocriminal que operaba a escala internacional, reconocieron haber participado del hecho investigado.

Durante la primera audiencia del debate, el fiscal federal Gabriel González Da Silva formuló los cargos y sostuvo que la acusación es por el delito de tráfico de estupefacientes en su modalidad de almacenamiento con fines de comercialización, agravado por el número de personas intervinientes, en concurso ideal con el delito de contrabando, en grado de tentativa; y además, uno de los imputados será juzgado por lavado de activos.

En la misma audiencia, y según publicó el Ministerio Público Fiscal de la Nación, la defensa de uno de los imputados interpuso un planteo de nulidad del requerimiento a elevación, a la cual se opuso tanto el fiscal como la querella. Y se supo que su resolución se difirió para cuando el tribunal integrado por los jueces Pablo Candisano Mera, Pablo Larriera y Pablo Díaz Lacava dicte la sentencia.

La causa comenzó a investigarse el  14 de marzo de 2017, tras un aviso del departamento de control de drogas de Estados Unidos, la Drug Enforcement Administration (DEA), a la División de Operaciones Federales de la Policía Federal Argentina (PFA), en la que advertía de una operación de narcotráfico en Argentina.

En esa comunicación se informaba sobre las actividades de exportación de estupefacientes camufladas en el envió de bobinas de láminas de acero hacia España y/o Canadá; y que el grupo narcocriminal era financiado desde México y que operaba desde el Puerto de la ciudad bonaerese de Campana.

A partir de ese momento, y a través de las investigaciones realizadas por la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA, el 18 junio de ese mismo año se logró desbaratar la organización narcocriminal y secuestrar un total de 1.862,17 kilos de cocaína, ubicadas dentro de ocho bobinas de acero que había en un galpón en el Parque Industrial de Bahía Blanca, mientras que el restante se encontraba acondicionado dentro de bolsas de arpillera en un galpón en la localidad mendocina de Perdriel.

En los allanamientos se pudo dilucidar el método empleado para camuflar los estupefacientes en los envíos y su meticulosa construcción, que consistía en 1.258 paquetes rectangulares de cocaína ubicados dentro de las bobinas, adecuadas especialmente para guardar la droga y repeler todo posible método de detección a partir de la construcción de un campo magnético a su alrededor.

Según se informó, el "modus operandi" de la organización, consistía en armar sociedades gerenciadas por personas argentinas, de recursos bajos o medios, de instrucción media, con un giro comercial lícito para llevar a cabo, luego de un tiempo de trabajo, el envío al exterior de grandes cantidades de estupefacientes.

También se pudo determinar que la organización se ocupaba de colocar en el mercado financiero, específicamente a través de la moneda virtual "bitcoins", dinero por montos que superaban los 300 mil pesos argentinos y que eran usados en el marco de las presuntas actividades ilícitas vinculadas al tráfico internacional de estupefacientes.