Este martes comenzó el juicio a dos policías bonaerenses por el crimen de Lucas Verón, el joven que en el día de su cumpleaños fue asesinado durante una persecución en la localidad de González Catán en el mes de julio del 2020.

Los dos efectivos comenzaron a ser juzgados por 12 jurados titulares (y 6 suplentes) en la Universidad de La Matanza. Ahora se busca determinar si Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, acusados de "homicidio agravado por ser cometido por un miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio", son culpables o inocentes.

Por su parte, el fiscal del juicio Sergio Antín, dijo a los presentes: "Van a escuchar una historia triste, de gatillo fácil", y reiteró que los dos policías están acusados por "homicidio agravado por ser cometido por un miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio", en el primer caso de Verón (18) y en el segundo de Aguirre, quien era menor de edad al momento del hecho.

El relato de uno de los acusados: “pensé que estaban armados”

Benítez admitió que participó de la persecución en un móvil "con las balizas apagadas" y que efectuó dos disparos porque "pensó" que los jóvenes estaban armados, aunque dijo que tras el hecho se retiró del lugar sin asistirlas porque creyó que no había herido a nadie.

En su relato, también dijo que esa noche recorría la zona de González Catán y que habitualmente patrullaban las calles con las sirenas apagadas por razones de seguridad, ya que en otras ocasiones habían recibido pedradas o disparos.

En el marco del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), esa madrugada cuenta que identificaron a "varios masculinos" que enviaron a su casa, hasta que en un momento se cruzaron una moto con dos jóvenes a bordo.

"Queremos identificar a la moto, pero se van y arranca la persecución con las balizas apagadas pero las luces siempre prendidas, a unos 70 metros de distancia", explicó Benítez, quien agregó que la moto cayó por la velocidad, por lo que se detuvo y, si bien "no se lograba ver bien", dijo que uno de los sospechosos "se da vuelta como que esgrimió un arma".

Ante esa situación, el policía realizó dos disparos con su arma reglamentaria, pero, creyó que no los había herido. Dice que a "los dos minutos" los alertaron por un "robo en proceso" y se retiraron del lugar.

Sin embargo, minutos después regresó con otros tres móviles porque en ese sitio les informaron que había un herido de bala "por una pelea entre bandas". "No me imaginé que hubiese herido a una persona, yo no apunté", sostuvo Benítez.

El testimonio de su amigo que sobrevivió a la persecución

El amigo de Lucas, sobreviviente de los balazos tras la persecución policial en la que fue asesinado Lucas, aseguró en la primera audiencia que los oficiales no les dieron la voz de alto, que aceleraron la moto porque los quisieron chocar con el patrullero y se asustaron y que les efectuaron "cuatro disparos".

Aguirre contó que habían salido en la moto junto a Lucas a comprar gaseosas y alguna bebida energizante. “Como no había nada abierto" por el aislamiento por el coronavirus regresaron a la casa de Lucas, pero en ese momento se encontraron "con un patrullero con las sirenas y luces apagadas" que los "quiso chocar", relató en la audiencia.

“Nos dieron una orden de alto, nos asustamos y Lucas aceleró: era la primera vez que nos pasó algo así. Nos subimos a la vereda y el patrullero nos persiguió tirando cuatro tiros".

Según le explicó al jurado, primero hubo dos disparos y luego otros dos cuando cayeron de la moto. 

"Lucas corría adelante y yo atrás, él trastabilla y cae, lo paso y vuelvo porque no venía más", dijo el joven. Enseguida fueron al hospital y cuando vio a Lucas en la camilla ya estaba sin vida.

De acuerdo a los voceros judiciales, los efectivos huyeron de la zona sin dar aviso, mientras que Lucas cayó al piso gravemente herido, por lo que su amigo fue a avisarle a la familia, que lo llevó al Hospital Simplemente Evita, donde finalmente falleció.