Dos bares ubicados en el barrio porteño de Palermo que funcionaban con exceso de personas y una fiesta clandestina que se llevaba a cabo en Caballito, con más de 60 invitados, fueron clausuradas en las últimas horas por personal de la Policía de la Ciudad, junto con la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ).

Fuentes policiales informaron que el procedimiento conjunto en uno de los bares se llevó adelante durante la medianoche, cuando efectivos de la Comisaría Vecinal 14 A se trasladaron con personal de la AGC y de la Dirección General de Coordinación Operativa, hasta un local ubicado en la calle Gurruchaga al 1800.

Cuando ingresaron corroboraron que se estaba excediendo la capacidad permitida, por lo que, tras la intervención judicial, el lugar fue clausurado, además del secuestro de 11 mesas, 38 banquetas y dos equipos de música.

Por otra parte, también se clausuró pasadas las 23:00 un local gastronómico ubicado en la calle Niceto Vega al 5400, que funcionaba como salón bailable y superaba la cantidad de personas autorizadas debido a la pandemia por Covid-19.

El trabajo estuvo articulado entre la División Operaciones Especiales Requeridas por el Ministerio Público, la División Investigaciones Delictivas, la AGC y el CIJ,

Ante esta situación, la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas número 5, a cargo de Miguel Kessler, ordenó la detención de la encargada del lugar por infracción a los artículos 205 y 239, al tiempo que pidió desalentar la la presencia de los invitados, los cuales se retiraron rápidamente.

La AGC, en tanto, clausuró el local y secuestró mobiliario y equipos de música.

Finalmente, el último caso ocurrió en un domicilio ubicado en lacalle Pedro Goyena al 1500, en Caballito, donde se desarrollaba una reunión clandestina con más de 60 personas.

Hasta el lugar se trasladaron efectivos de la Comisaría Vecinal 6 B, quienes se entrevistaron con la joven organizadora de la reunión, de 22 años, y luego desalentaron la presencia de los invitados.

En este caso, intervino el Juzgado Federal número 2, a cargo de Sebastián Ramos, Secretaría Nº 4 de Esteban Murano.