Celebran en Catamarca la Beatificación de Fray Mamerto Esquiú
La Misa de Beatificación era presidida por el cardenal Luis Héctor Villalba, Arzobispo Emérito de Tucumán, el enviado papal. El evento religioso se realizaba en la ciudad cabecera del departamento Fray Mamerto Esquiú, lugar donde nació el nuevo Beato.
El fraile franciscano Fray Mamerto Esquiú era beatificado hoy en la provincia de Catamarca en medio de una celebración que se extenderá a lo largo de toda la jornada. La beatificación comenzó a las 10, con una misa en la
explanada del templo de San José de Piedra Blanca, en la ciudad cabecera del departamento Fray Mamerto Esquiú, lugar donde nació el nuevo recordado obispo.
La Misa de Beatificación, de la que participaba una cantidad limitada de personas debido a la pandemia de coronavirus y también era transmitida por las redes sociales, estaba presidida por el cardenal Luis Héctor Villalba, Arzobispo Emérito de Tucumán, quien es el enviado papal. El momento de la Beatificación, también podrá verse en el Kartodromo de Payahuaico, lugar que fue dispuesto por la Municipalidad del lugar para que los vecinos y las vecinas tengan la posibilidad de presenciar la ceremonia.
Las actividades comenzaron a las 9:00 con bandas en vivo, luego continuó la transmisión de la Santa Misa, para más tarde escuchar bandas en vivo: a las 12:30 se espera la llegada al lugar de la imagen Beatificada del fraile. Según informó la prensa local, los actos centrales comenzaron ayer con la bienvenida al Legado Papal que presidió una misa en la Catedral Basílica y finalizaron con una velada cultural y vigilia de oración en el Paseo de la Fe donde se realizó un repique de campanas y hubo fuegos artificiales.
Mamerto de la Ascensión Esquiú creció en una familia humilde de labradores donde se vivían las virtudes cristianas como el amor familiar, la entrega y el sacrificio cotidiano. A los cinco años, debido a una promesa que hizo su madre, María de las Nieves, porque él había nacido enfermo, empezó a vestir el hábito de San Francisco. Como se curó milagrosamente, desde entonces nunca más se sacaría el sayal franciscano, señaló el portal Vatican News.
El religioso desempeñó innumerables oficios y tareas, tanto eclesiásticas como civiles: fue periodista, docente, diputado por Catamarca y también escribió cinco sermones patrios en distintos momentos difíciles de la historia de la República Argentina. Pero lo más importante fue su vida espiritual, que la hereda de San Francisco de Asís, ya que Mamerto perteneció a la provincia Franciscana de la Asunción de la Santísima Virgen del Río de la Plata, erigida en 1612. El 12 de diciembre de 1880 fue nombrado obispo de Córdoba.
Hay innumerables testimonios sobre la santidad de Fray Mamerto, quien trabajó sin descanso y con gran generosidad, poniendo su vida al servicio de la Iglesia hasta el día de su muerte, el 10 de enero de 1883, en la posta catamarqueña de El Suncho. La devoción del pueblo fue fundamental en el camino hacia la beatificación de Esquiú.
Las oraciones de los fieles a este querido Obispo dieron sus frutos, especialmente con la concesión de un milagro que fue aprobado por la Comisión Teológica de la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano: la curación inexplicable de una niña recién nacida con osteomielitis femoral grave, hecho que ocurrió en Tucumán.