El fiscal Juan Carlos Castillo, quien estaba a cargo del caso de la desaparición de Loan Danilo Peña cuando el caso era investigado por la Justicia de Corrientes, ordenó que se realice un análisis grafológico de las firmas de Antonio Benítez, tío del menor, su esposa, Mónica Millapi y Daniel “Fierrito” Ramírez.

La forense María Luisa Lezcano llevó a cabo el estudio de las rúbricas de los tres acusados que se encuentran detenidos en el Complejo N°3 de Güemes en la provincia de Salta y en la Unidad 7 de Chaco, respectivamente.

En primer término, la pericia reveló que la firma de Benítez denota “simulación voluntaria, excitabilidad y poco cuidado en la realización de tareas”, al tiempo que resalta: “Habría poca atención a los detalles, afán de hacer muchas cosas a la vez”.

Además, el documento utilizó la palabra “parasitismo” y agregó que el tío de Loan sería una persona hipócrita, falto de escrúpulos, calculadora, cerebral y fría, mientras que considera: "Habría una gran capacidad de sacar ventajas, y huidas de las responsabilidades”. 

En este sentido, Benítez tendría dependencia emocional con los más íntimos, que tendería a ser enfermizo y presentaría actitudes de desconfianza, egoísmo, costumbre a bajar la guardia y dificultades para adaptarse a ámbitos sociales.

Por el lado de Mónica Millapi, mujer de Benítez, el análisis caligráfico arroja que es una persona con carácter frío, áspero y duro, mientras que la describe como alguien con energía mal canalizada y un comportamiento tajante con los allegados.

Asimismo, el estudio caligráfico la define como un ser amable y conciliadora, aunque subraya: "No sería su verdadera esencia". También sufriría de adicciones o alguna enfermedad hormonal que provocaría ciertos temblores y tendría sentimientos de culpabilidad.

"Se dirige a lo social con agresividad. Deseos de posesión de bienes materiales. Resentimiento del pasado", recalca.

Daniel “Fierrito” Ramírez es un hombre combativo, corajudo, manipulador, cínico y parásito. Ocultaría un complejo de inferioridad y habría falta de escrúpulos al igual que Benítez.

“Se observaría una reacción agresiva primaria en ambientes amistosos, familiares y de confianza. Inflexión, autoagresión por situaciones de su infancia”, concluyó el análisis.