Los restos de manchas hemáticas y los elementos calcinados hallados durante un allanamiento en la casa quinta del comisario mayor Francisco Centurión comenzaron a ser analizados y en los próximos días podrían conocerse los detalles para saber a quiénes pertenecen, en el marco de la causa que se investiga por el crimen de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas Escalante.

En ese sentido, la semana pasada se realizaron allanamientos en la vivienda de Centurión, donde según se estima fue la última vez que se pudo haber visto a ambos jóvenes desaparecidos el 9 de diciembre pasado.

Por la desaparición de Escalante y el crimen de Morello están detenidos Cristian Centurión, hijo del comisario mayor, y Maximiliano Centurión, sobrino de ese jefe policial.

En las últimas horas, declararon dos jefes policiales, debido a que el fiscal de la causa, Daniel Ichazo, intenta determinar la cantidad de uniformados que pueden estar envueltos en el encubrimiento del homicidio de uno y de la desaparición del otro joven.

¿Quién es el comisario Francisco Centurión?

Centurión fue el ex jefe Distrital Quilmes y de Narcotráfico durante la gestión del entonces intendente de Quilmes Martiniano Molina.

La investigación gira en torno a hijo y sobrino de este jefe policial, quien está en la mira tras el hallazgo de manchas hemáticas y elementos calcinados vinculados al crimen de Morello, quien justamente apareció semicalcinado.

El hijo y sobrino de Centurión permanecen detenidos vinculados directamente a los hechos.

Caso Lautaro Morello y Lucas Escalante: semana clave por las pericias de la sangre hallada en la casa del comisario

Durante la intendencia de Molina, Centurión fue comisario a cargo de la seccional Quilmes 9na, luego fue jefe distrital de Quilmes (la máxima autoridad de todas las dependencias) y fue jefe de Narcotráfico en el mismo municipio, hasta que fue desplazado en 2019 cuando asumieron las nuevas autoridades en la Intendencia.

Mientras este comisario mayor estaba a cargo de la Distrital, el jefe Departamental que respondía a Molina era Andrés Delicia, que fue condenado a tres años de prisión en suspenso por exigirle a su personal la entrega de dinero para el mantenimiento de patrulleros, entre otros delitos.