A pocos días de conocer el veredicto del juicio, los ocho rugbiers acusados por el homicidio de Fernando Báez Sosa recibieron este miércoles la última visita de sus familiares en la ciudad de Dolores.

El encuentro se produjo en la Unidad 6 de esa ciudad, donde los imputados fueron alojados el 1° de enero pasado para estar cerca de los tribunales donde se desarrolló el juicio.

Todos están detenidos temporalmente hasta que finalice el proceso, el próximo 6 de febrero, cuando se confirmará si son -o no- condenados a prisión perpetua, de acuerdo con el pedido de la Fiscalía y la querella, representante de los padres de Báez Sosa.

Los ocho rugbiers están imputados por "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", en perjuicio de Báez Sosa, en un hecho que se produjo en Villa Gesell en enero de 2020. En tanto, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores, María Claudia Castro, Christian Ariel Rabaia y Emiliano Javier Lázzari darán a conocer el veredicto el lunes venidero.

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Durante todos los miércoles de enero los rugbiers recibieron la visita de sus familias en el penal ubicado a unas diez cuadras de los tribunales. Hacia allí también fue varias veces Hugo Tomei, el abogado de los ocho acusados, para planificar el desarrollo del juicio y hasta el día previo a lo que fue la declaración indagatoria de la mayoría de los imputados, el 18 de enero pasado.

Antes de estar alojados en Dolores, los ocho implicados por el crimen estaban con prisión preventiva en el penal de Melchor Romero (partido de La Plata) y aún no está confirmado si luego de un eventual veredicto condenatorio, volverán a ese lugar o se les destinará otro sitio de detención.

Este último punto es un asunto que mantiene en vilo al Servicio Penitenciario Bonaerense, debido a que los ocho permanecen aislados del resto de la población carcelaria ante el temor de que sean agredidos. A tal punto que no sólo están en un lugar aislado, sino que el poco tiempo de aire libre que se les concede también lo hacen en soledad.

También fue motivo de queja por parte de la defensa las condiciones de detención en Melchor Romero porque, según plantearon, se les da poco tiempo en el patio, justamente por las estrictas condiciones de seguridad que hay en torno a ellos y para evitar la agresión de otros detenidos.

En el penal de Dolores también permanecen aislados y hace poco hubo un operativo donde se le secuestraron los teléfonos celulares a Blas Cinalli y Enzo Comelli, a raíz de un supuesto uso indebido, porque habrían interactuado con cuentas de la red social Instagram que los apoyan.

Los celulares fueron otorgados en la cárcel durante la pandemia,  para que los detenidos no pierdan el contacto con sus familiares, pero el uso de las redes sociales les está prohibido y, ante la sospecha, les retiraron los equipos.