El fiscal que investiga el crimen de Aralí Vivas, la niña de 8 años asesinada en Córdoba, opinó que “la mataron para ocultar el abuso sexual”.

En diálogo con Cadena 3, Oscar Grieco sostuvo que “la menor fue asesinada para tapar un delito precedente”, que podría tratarse de un abuso sexual y agregó que hay "testimonios de dichos espontáneos" de uno de los acusados, quien aseguró que "era costumbre abusar de esa niña".

La frase fue pronunciada durante la detención y la escucharon tres policías, por lo que la fiscalía evalúa cambiar la carátula del caso a homicidio criminis causae, un ilícito que agravaría las penas de los imputados a prisión perpetua.   

Una de las primas de la víctima, Betiana, se encuentra al cuidado de los hermanos de la menor e indicó que "están bien, tranquilos y bien contenidos".   

Con respecto a la madre de la niña consideró: "Nunca estuvo en condiciones de tener a sus hijos. Hablar con ella no se podía".

En el caso hay tres detenidos, se trata de Simeone, de 33 años, concubino de la madre de la víctima, y de Cristian Hernán Varela, de 40, ambos sindicados como supuestos coautores del delito de homicidio.   

Días después también fue arrastrada Rauch, madre de la menor, por el delito de omisión de cuidados.

La niña fue hallada asesinada el sábado 2 de noviembre cuando bomberos de la localidad de Brinkmann fueron alertados por el incendio de una vivienda en la calle Caseros 857.

Luego de sofocar el fuego, confirmaron que en la planta alta de la casa hallaron el cuerpo calcinado de Aralí Vivas, de 8 años.

La autopsia reveló que “no hallaron monóxido de carbono en los pulmones” y presentaba “un traumatismo en la zona craneal”, así como también tendría signos de abuso sexual.

Además, la menor y sus hermanos fueron restituidos en agosto de este año con su mamá y su padrastro por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) pese a los problemas de adicciones y maltratos.