Carl Eugene Watts, conocido como "coral", fue un femicida serial del cual se sospecha que mató a más de 100 mujeres y se convirtió en el homicida más prolífico de los Estados Unidos.

Nacido el 7 de noviembre de 1953 en Killen, Texas, Watts tenía como padre a un soldado de primera clase en el Ejército y como madre a una maestra de arte en un jardín de infantes. 

Este hombre fue criado por su progenitora desde los 2 años, cuando el matrimonio decidió separarse. La madre se casó con un mecánico y tuvo otras dos hijas. aunque lo que llamaba la atención en "Coral" era descrito como un ser extraño.

Watts reveló ya en la cárcel, que a los 12 años fue cuando comenzó a fantasear con torturar y asesinar chicas y mujeres jóvenes.

Durante su adolescencia comenzó a acosar chicas y hasta se estima que antes de cumplir 15 años mató a su primera víctima. Antes de esto, a partir de los 13 años comenzó a tener dificultad en la escuela -venía de recuperarse de una meningitis- tanto en el aprendizaje como en el vínculo con otros niños, ya que sufría bullying en forma constante.

El 29 de junio de 1969, cuando tenía 15 años, Watts fue arrestado por agredir sexualmente a Joan Gave de 26 años. Este sujeto fue sentenciado a ingresar en la clínica Lafayette, un hospital psiquiátrico en Detroit.

Leer: La historia de Francisco García Escalero, "el matamendigos": asesinaba indigentes y practicaba el canibalismo y la necrofilia

De acuerdo a una evaluación psiquiátrica, se reveló que sufría un retraso mental leve, con una escala de Coeficiente Intelectual (CI) de 68, y de tener un proceso de pensamiento delirante, aunque un policía interrogó después a Watts y dijo que era "muy, muy inteligente" con una "memoria excelente. El 9 de noviembre de ese año, ya con 16 años cumplidos, fue dado de alta de la clínica Lafayette.

A pesar de sus flojas calificaciones, Watts se graduó de la secundaria en 1973, y recibió una beca de fútbol para la Universidad Lane en Jackson, Tennessee, pero fue expulsado de la misma a los tres meses porque fue acusado de acoso y agresión a mujeres.

Asimismo, lo creían sospechoso en el asesinato brutal de una estudiante, pero no había suficiente evidencia para condenarlo por el crimen.

La carrera criminal -en relación a aquellos en los cuales había certezas- de este sujeto arrancó a los 20 años, cuando secuestraba a sus víctimas de sus casas, las torturaba y luego las asesinaba.

El 30 de octubre de 1974 torturó y mató a Gloria Steele de 20 años, que se cree fue su segunda víctima.

Watts, que era afroamericano, casi siempre asesinaba a mujeres blancas y jóvenes de entre 14 y 44 años, con métodos como estrangulación, puñaladas, y por ahogamiento. 

Leer:Francisca Ballesteros Maravilla, "la envenenadora de Melilla": mató a casi toda su familia y no mostró arrepentimiento

Entre 1974 y 1982 mató a docenas de mujeres, pero sería descubierto como autor de esos crímenes muchos años después. En ese sentido, la dificultad de poder descubrirlo se basaba en que atacó en varias jurisdicciones e incluso en diferentes estados, al tiempo que raramente realizaba actos sexuales con sus víctimas, a diferencia de la mayoría de los asesinos en serie de mujeres y chicas. Por lo tanto, sus homicidios no eran pensados por una  motivación sexual.

El 23 de mayo de 1982 fue arrestado por irrumpir en la casa de dos mujeres jóvenes en Houston e intentar asesinarlas.

Fue a partir de ese momento cuando la Policía comenzó a vincular a Watts con los asesinatos recientes.

De hecho, hasta principios de 1981, había vivido en Michigan, donde las autoridades lo sospechaban de ser responsable de los asesinatos de al menos diez mujeres y chicas. 

Este homicida había sido interrogado previamente sobre los asesinatos en 1975, pero no hubo entonces suficiente evidencia para condenarlo, más allá que había pasado un año en prisión por atacar a una mujer, que sobrevivió.

Los fiscales en Texas sentían que no había suficiente evidencia para condenar a este asesino serial por asesinato, así que en 1982 se organizó un acuerdo con el fiscal.

El pacto era que Watts diera detalles y confesiones de sus crímenes y a cambio le darían inmunidad de los cargos de asesinato y él podría enfrentar sólo un cargo de robo con intento de homicidio. Esta calificación está penada con 60 años de prisión.

El detenido estuvo de acuerdo con el trato y rápidamente confesó en detalle los 12 asesinatos en Texas. Sin embargo, las autoridades de Michigan se negaron al trato así que los casos en ese estado se mantuvieron abiertos.

Watts luego confesó que asesinó a 40 mujeres, pero también dio a entender que había más de 80 víctimas en total, aunque no lo reveló en forma abierta porque no quería ser visto como un "asesino serial".

La Policía, además de esos homicidios, cree hasta la actualidad que este sujeto es sospechoso en otros 90 crímenes sin resolver.

El 21 de septiembre de 2007, a los 53 años, Watts murió como consecuencia de cáncer de próstata, mientras cumplía dos penas de cadena perpetua en una cárcel de Michigan por los asesinatos de Helen Dutcher y de Steele.