El recuerdo de René Favaloro: “Nos hablaba mucho del respeto hacia el paciente y su familia”
Alejandro Bertolotti fue su alumno y ahora es Jefe del Departamento de Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro. En diálogo con NA, recuerda lo que aprendió del creador del bypass.
A 55 años del primer bypass realizado por el doctor René Favoloro, su alumno y colega Alejandro Bertolotti, Jefe del Departamento de Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, recuerda la obra de su mentor y analiza su legado.
“René siempre estaba atento a transmitir todo lo que sabía con enorme generosidad”, introduce Bertolotti, quien llegó a la medicina con profundo amor e influenciado por su padre, un cirujano generalista del interior del país. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Rosario y se recibió en 1993. Un año después, ingresó por concurso a la Fundación y realizó la residencia especializada en cirugía cardiovascular; allí también dio sus primeros pasos profesionales.
Estaba en el lugar indicado. “Entraba a trabajar con una leyenda”, desliza al recordar aquellos primeros encuentros. Para mí era alguien inalcanzable, aunque en el transcurso de mi residencia me di cuenta que René era una persona sumamente sencilla, muy empática con los pacientes, con los alumnos y con los colegas. Era muy exigente en el trabajo y transmitía conceptos muy claros, pero siempre con una gran sensibilidad”.
NA: ¿Qué recordás del Dr. Favaloro como docente y colega? ¿Aparece alguna experiencia que te haya marcado en particular?
- Hay un recuerdo que lo retrata muy bien: Cuando Favaloro se entera de que mi papá era cirujano general y trabajaba en el interior, me dijo “yo quiero conocerlo”; para mi sorpresa, y a pesar de ser una persona tan ocupada, se hizo un espacio en su agenda. Pasaron los días y lo recibió, como había dicho. Conversaron acerca de sus experiencias en el interior y en el campo… René le contaba de cuando había estado haciendo cirugías en La Pampa, y le preguntaba cómo estaban las cosas en ese momento en el interior. El nivel de sencillez y calidez nos dejó muy emocionados; creo que ese recuerdo refleja en pocas palabras como era René. Otro recuerdo, cuando terminé mi residencia en la Fundación me fui a trabajar unos años a Santa Fe, y en una visita que hizo por la ciudad me acerqué a saludarlo. Recuerdo que también se hizo un tiempo para saludarme con mucha alegría, para preguntarme como me iba con la cirugía en el interior, y para dejarme algunos consejos acerca de cómo manejar mi experiencia profesional como cirujano cardiovascular en el interior. Él siempre estaba atento a transmitir todo lo que sabía con enorme generosidad. Al pasar mucho tiempo al lado de él, uno se impregna de su mirada y de su proyección… él transmitía grandes valores.
NA: ¿Qué tipo de consejos recibiste?
- Los consejos transmitidos por René se transformaron en los principios que hoy heredamos todos los que trabajábamos en la Fundación. Valores que él transmitía y también practicaba. vivía. Siempre decía que había tres pilares fundamentales que teníamos que cumplir: la asistencia a los pacientes, luego la importancia de hacer docencia y transmitir lo que aprendíamos a otros, y a su vez debíamos de encontrar respuesta a problemas que no las tenían a través de la investigación. Él tenía un gran compromiso social, entendía a sus pacientes en su entorno, y buscaba comprender cómo influía su vida social en esa patología. También nos hablaba mucho del respeto hacia el paciente, que era el principal destinatario de todo lo que hacíamos, y a quien teníamos que brindarle todo nuestro esfuerzo. También tenía una mirada equitativa del dinero. Decía que el paciente debía acceder tuviera o no dinero. Y entendía que quienes tenían alto poder adquisitivo deberían pagar por el tratamiento que, por supuesto es caro, para que quienes no tuvieran esa posibilidad, de alguna manera también logren acceder. Redistribución.
NA: Antes mencionaste que uno de los pilares debía de ser la investigación…
- Sí, siempre lo recordaba y nos pedía que fuéramos innovadores y creativos, y también seguros de lo que estábamos practicando, por eso insistía en el estudio y la investigación constante. También resaltaba la importancia del trabajo en equipo. Cuando nos encontramos en Santa Fe, lo primero que me preguntó fue con qué equipo contaba. Me recomendó que busque profesionales que tengan la misma mirada que yo y me nutra de colegas interdisciplinarios. Además, me preguntó cómo andaban mis pacientes, me decía que si no estaba conforme con algún resultado le consultara a él y que haría lo posible por ayudarme.
Bertolotti regresó a Buenos Aires en el 2001 convocado por Roberto Favaloro, un año después del fallecimiento de René. Ingresó como médico cirujano al equipo de Trasplante Cardiovascular y aprovechó para hacer una segunda residencia en Cirugía de Tórax. A partir del 2012, ingresó como Jefe de Trasplante Pulmonar, 3 años más tarde tomó el cargo de Jefe de Trasplante Cardíaco, y a partir de abril de 2021 asumió el cargo de Jefe de Cirugía Cardiovascular y Torácica.
NA: Actualmente, se sabe que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en el país y en el mundo. ¿A qué se debe ese número y de qué manera se puede prevenir en acciones cotidianas?
- Una de las principales causas son los hábitos higiénicos dietéticos que hemos adquirido culturalmente. Favaloro hacía muchísimo hincapié en la prevención de las enfermedades no transmisibles, como son la diabetes, la hipertensión, el uso y abuso del trabajo, el sobrepeso, el estrés, entre otros. Todos son factores conocidos y están muy relacionados con nuestro estilo de vida. En el caso de la enfermedad coronaria, cuando se realiza la cirugía de bypass, si bien se logra resolver el flujo sanguíneo en lo inmediato, para que esa cirugía funcione a largo plazo hay que tener muy presente el cambio de hábitos. La cirugía no resuelve de base lo que genera la enfermedad arterial.
NA: ¿Cuáles son los síntomas más comunes de las enfermedades cardiovasculares? ¿Todos los síntomas son visibles?
- Los síntomas más conocidos son los que llamamos los de “dolor de pecho”, que es un dolor muy intenso que se siente adentro como si estuvieran pisando el pecho, bien en el centro del tórax, o que se puede extender hacia el brazo izquierdo. Muchas veces aparecen síntomas que confundimos con malestares gástricos o digestivos. En los enfermos que tienen un proceso crónico va generando síntomas vinculados a la falta de aire, agitación al caminar cada vez más evidente, taquicardia, también pueden ser síntomas de enfermedad coronaria. Pero también hay un gran porcentaje de personas que no tienen síntomas, y que sufren de las llamadas isquemia silenciosa, por eso se promueve el chequeo preventivo desde la Fundación. Se trata de hacer una serie de estudios para encontrar la enfermedad anticipadamente. Pedimos que hombres y mujeres a partir de los 40 años se hagan un chequeo anual.
NA: ¿Cuál es el promedio de edad de los pacientes que requieren cirugías de bypass?
- Promedian los 65 años, aunque con un rango amplio. Tenemos pacientes de 35 años, lo cual muestra la agresividad de las enfermedades cardiovasculares, y también tenemos pacientes que llegan con más de 70 u 80 años y están en condiciones de ir a una cirugía gracias a la seguridad con la cual hoy trabajamos respecto a los riesgos quirúrgicos.
NA: ¿Cómo afectó la pandemia a la atención de pacientes de riesgo en la Fundación?
- Hubo una fuerte caída en el 2020, cuando las consultas ambulatorias cayeron un 90%, solo llegaban a la guardia aquellos pacientes que se encontraban en situaciones extremas. En el 2021 comenzó a cambiar y los pacientes volvieron a hacerse controles con cierta frecuencia. Pero fue recién este año que pudimos recibir a los pacientes incluso con mayor demanda que la que recibíamos en el 2019. Entendemos que eso ocurre por demanda contenida de esta patología. Al día de hoy, en nuestros centros se están haciendo 500 cirugías centrales anuales, y unas 350 son bypass. En el resto del país se realizan números superiores, son muchísimos los centros que realizan este procedimiento con buenos resultados. De todas formas, todavía tenemos un sistema sanitario complejo donde hay una gran parte de la población invisibilidad, que no tiene acceso a una cirugía tan compleja como ésta y que claramente está padeciendo y, probablemente, muriendo por falta de un tratamiento adecuado. Son parte de las inequidades que aún nos quedan por resolver en nuestro país.