Por Belén Canonico

"Baby en el medio" ya es un clásico de Radio Rivadavia y su nueva temporada, ganó una hora más en la grilla, siendo el programa con mayor audiencia de la emisora. Orgulloso por semejante logro, Baby Etchecopar asegura que el éxito se debe al gran equipo que lo acompaña y que implica un gran compromiso como profesional. "La responsabilidad es grande, no solo para mí, sino para Rivadavia entera. Tenemos la misión como radio de ser oposición en un momento bastante autoritario del país. Por supuesto hubiera sido mucho más simple jugar de C5N o Radio 10, pero nosotros, precisamente, somos las antípodas y te ponen nervioso. No es fácil, corrés muchos riesgos", dijo en una mano a mano con Noticias Argentinas.

-¿Qué tipo de riesgos? ¿Has recibido algún tipo de apriete en el último tiempo?

-Te podría decir las veces que no me han apretado para ser más rápido. Recibí aprietes de todo tipo: llamados telefónicos, encontrar mi auto rayado… Sin ir más lejos, hace dos meses me robaron en la esquina de la radio, me sacaron el hombro de lugar, y eran del Sindicato de Peones de Taxi. El ladrón era sobrino de uno de los sindicalistas. Todos sufrimos escraches, difamaciones por Twitter... Son difíciles los pibes y cada vez que tocás a algún corrupto, saltan en campaña masivamente.

-¿No te da miedo?

-Eso le pasa a todos los argentinos, hasta a los que no dicen nada. Está en mi esencia decir lo que pienso. Creo que el periodismo tiene que ser erótico, tiene que generar una cosa, dar miedo, tiene que generar todo, te tiene que hacer vibrar. El periodismo “light”, que te relata mentiras, no sirve. Yo creo que el periodismo tiene que ser un avisador, comunicador, un alertador y la única forma en que una noticia tenga sustento es contarla tal cual como es, sin eliminar frases ni malas palabras. La noticia en crudo, y después la gente que saque sus conclusiones. Lo que pasa es que te dan las noticias masticadas, entonces aparece un relator de la noticia como puede ser Victor Hugo Morales que te dice que los hoteles de Cristina (Fernández) estaban desde la época de los aborígenes y que ella lo único que hizo fue pintarlos. No me gusta embaucar a la gente.

-¿Creés que por eso el público te elige?

-Puede ser. No me imagino el periodismo sin el rock and roll. No te imaginás un rockero de traje, cuello y corbata con la guitarra, te imaginás un rockero con mucho ruido arriba del escenario. Y yo me imagino el periodismo que te hace dar vueltas en el aire, que no te podés dormir después de que terminó el programa.

-¿Cómo ves al país de cara a las elecciones legislativas?

-Antes de llegar a las elecciones, primero tenemos que pasar compartimientos estancos, como es el manoseo de la justicia por parte de Cristina, el acomodamiento de las causas para que no sea juzgada, hay muchas cosas para observar hasta llegar a las legislativas. Es más, habría que observar levantarnos todos los días con vida, primero.

-En relación a la pandemia, ¿sentís que el gobierno está a la altura para manejar un problema de esta magnitud?

-No, yo creo que el gobierno está a la altura para manejarnos a nosotros con el tema de la pandemia. Creo que de la pandemia hay que cuidarse, que el virus existe y te mata. Que somos muy irresponsables cuando hacemos fiestas clandestinas o nos vamos a las playas de Pinamar todos amontonados, pero también creo que saca tajada el gobierno diciéndonos que es “el cuco” y no cambiando a Ginés González García. Tenemos cantidad de muertos, íbamos a estar vacunados todos pero no hay vacunas, de 300 mil hay 110 mil vacunados; no hay cifras oficiales. Yo creo que el gobierno se manejó a los manotazos: lo primero que hizo fue encerrarnos a todos y secarnos como una planta y lo segundo que hizo todavía no lo vimos. Los que los tuvimos (al covid-19) y nos salvamos, los que no lo tuvieron siguen y los que murieron, murieron, ¿pero qué hizo el gobierno para contrarrestar esto? ¡Absolutamente nada, más que chamuyar y chamuyar!

-¿Tenés pensado vacunarte contra el covid-19?

-No estoy en contra de las vacunas, estoy a favor, pero primero que me digan qué tiene la jeringa. Los nombres son todos lindos, pero nadie me dijo si son buenas o malas. El día que haya una que todos digan que sirve, me la doy, pero mientras sea “a ver si somos comunistas, norteamericanos o ingleses”, no. Yo tuve el virus y la pasé mal, pero no le doy bola al tema de los recontagios para no obsesionarme. Prefiero discutir otros temas como el  hambre, el virus se lo dejo a los científicos.

-¿Cómo ves a la oposición? ¿Ves alguna figura que pueda hacerle frente al oficialismo?

-La oposición todavía no está a la altura de las circunstancias porque no surgió una “abeja reina” para manejarla. Puede ser que Horacio Rodríguez Larreta sea un buen candidato; me encanta Patricia Bullrich; María Eugenia Vidal, que dice que no sabe si se postula y yo no sé si la voy a votar, porque yo quiero a alguien que ponga mano firme y conducta para mejorar en este barco que se va a pique en la mano de los corruptos. En lugar de pelearse por quién va a ser el dueño de la pelota, la oposición debería preocuparse por armar una estructura que sea oposición y no individualismos. Que encuentren un líder y enfilen todos detrás. Tampoco pensemos que (Mauricio) Macri no puede ser cabeza de un movimiento porque lo dijo Cristina, creo que está capacitado para ser la cabeza del Pro o como se llame, con Cristian Ritondo que es un tipo bárbaro, Diego Santilli, te podría nombrar un montón de tipos que pueden ocupar puestos en una boleta, pero hay que ver quién juego de 10, quién de 9 y que no todos quieran ser Maradona.

-Con todas estas cosas que no te gustan del gobierno actual, ¿pensaste en instalarte en otro país?

-Pensé en irme a vivir a Miami, porque tengo muchos amigos allá y disfruto mucho. Pero la verdad es que en los periodistas hay un sentido patriótico que prevalece ante las oportunidades. Uno dice: “Me quedo hasta que esto cambie”. Yo sé que esto no va a cambiar nunca, pero también me gusta la pelea y Miami es muy aburrido. Allá tomo sol, paseo en auto sin capota, como con amigos, voy a la playa, salgo de noche. En Argentina no puedo hacer nada de eso y me parece que tratar de conseguir eso en la Argentina es una utopía que te ayuda a seguir luchando. Y además Patxi decía “no quisiste jamás salvarte solo, porque no hay salvación si no es con todos”. Mis hijos y mis nietos viven en Argentina y la verdad es que es un poco cobarde irte de un país, dejándolos peleando en un caldero, ¿no? Es como salvarte en un bote salvavidas y dejar a todos arriba del barco que se hunde. Si nos vamos a hundir, me hundo con ellos; y si puedo hacer algo por salvarlos, me quedo peleando.