Un prestamista fue encontrado asesinado a puñaladas en un departamento del barrio porteño de Almagro al que se había dirigido para realizar una operación. La víctima del crimen, por el cual por el momento no se habían llevado adelante detenciones, resultó ser Carlos Molina, de 34 años, quien tras recibir el llamado de la mujer llevó a ese lugar 200 mil pesos, suma de la que sólo se pudo encontrar alrededor de la mitad en su automóvil.

El crimen se produjo en un edificio situado en la avenida Díaz Vélez al 3.700, de esa zona del centro geográfico de la Capital Federal. A ese lugar llegaron efectivos de la Policía de la Ciudad que habían sido alertados por la novia de Molina y encontraron en el departamento al hombre, asesinado a puñaladas, sin que otra persona se hallara en el inmueble.

Poco después, parte del dinero que habría llevado el prestamista fue hallado en su auto, el cual se encontraba estacionado en las inmediaciones del edificio.
Según indicaron voceros policiales y judiciales, el viernes pasado, alarmada porque había perdido contacto con su novio, la mujer, llamada María Belén, decidió revisar sus mensajes de WhatsApp, que habían quedado en la computadora.

De esa manera, la pareja del prestamista se dio cuenta que iba a acudir a un departamento para llevarle 200 mil pesos a una mujer, la cual lo había solicitado. En declaraciones al canal Crónica, María Belén manifestó sus sospechas sobre el portero del edificio en el que fue encontrado asesinado su novio, al señalar que "es una persona muy sospechosa".

"Pedimos justicia porque el daño que nos hicieron es irreversible", expresó la mujer, al tiempo que señaló que su novio tenía dos hijos, como fruto de una pareja anterior. Mientras que las principales hipótesis pasaban por una venganza o un robo para explicar el crimen, en el caso tomó intervención el fiscal porteño Manuel Munilla Lacasa.