Alrededor de 25 jóvenes que participaban de una fiesta clandestina a bordo de un yate en el Río Paraná, frente a las costas de la ciudad homónima, debieron ser rescatados luego que la embarcación comenzara a hundirse por el exceso de peso.

El hecho, que se produjo el último fin de semana, provocó indignación por la imagen de chicas y muchachos de entre 20 y 30 años, acumulados en la lancha que los rescató sin ningún tipo de medida de aislación, en medio de un rebrote de los casos de coronavirus en el país.

El yate con los jóvenes había salido del Club Náutico de Paraná rumbo a la Isla Bonita, mientras en el trayecto celebraban con abundante cantidad de alcohol y sin ningún tipo de medida de distanciamiento.

Aparentemente el barco comenzó a hacer agua por el peso excesivo y los tripulantes debieron ser rescatados.

A pesar de que las normas impuestas en el club náutico para la navegación señalan que las embarcaciones deben tener la mitad de la tripulación máxima, en el caso del yate que sufrió el accidente tiene capacidad para una decena de personas y llevaba 25 jóvenes.

Así lo indicó el titular de la entidad, Leonardo Díaz, quien calificó de "irresponsable" la forma en la que se manejaron los responsables de la embarcación.

"El barco salió sin los requisitos que nosotros ponemos en esta época, de una manera irresponsable llevando demasiada carga a bordo, algunos socios y otros no socios del club", reconoció el directivo en declaraciones al canal TN.