Argentina viene en deuda por su desproporción entre graduados y desocupados
Las estadísticas de OCDE que abarca a 46 países sitúan el nivel educativo de los argentinos entre los de abajo, pero aún dentro del promedio del acceso a empleos.
La polémica opinión del legislador Alberto Benegas Lynch sobre la obligatoriedad de la educación no concuerda con las conclusiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con datos coincidentes a los de INDEC, que demuestran la importancia de tener estudios completos al momento de buscar un empleo.
De cada 10 argentinos cuya formación alcanzó el nivel terciario apenas 2 no consiguen empleo, promedio al que se le debe sumar el hecho de que apenas el 25 por ciento concluye sus estudios terciarios, el 42 por ciento logra la graduación secundaria y el 33 por ciento no finaliza el nivel secundario y obtiene inferiores niveles.
El subdirector del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, Francisco Boero, destacó en un artículo firmado el hecho de que la graduación terciaria actual haya disminuido respecto de décadas anteriores.
Y que el nivel intermedio ya no garantice conseguir trabajo queda demostrado en que el 61% de los desocupados consiguió ese nivel educativo.
Un agravante se cierne en el futuro para el 24% de jóvenes en situación de Ni-Ni (ni trabajan ni estudian) en la lejanía de que surjan probabilidades de encontrar un trabajo.
El avance de la ciencia y tecnología en los últimos años trajo nuevos empleos asociados, cuya gran parte requiere de formación terciaria para llevarlos a cabo.
Explican, en parte, la diferencia en las tasas de empleo observadas según el nivel educativo de los trabajadores.
El nivel educativo terciario se está transformando, poco a poco, en el piso establecido por la mayoría de las empresas modernas para el reclutamiento de su personal, subraya el autor del informe.
La exhortación de Benegas Lynch para mandar los hijos al taller en lugar de que vayan a estudiar alcanzaría, en todo caso, a dueños de algunas Pymes, aunque en su mayoría no necesitan plantearse la disyuntiva y convertirse en casos que fundamenten una política educativa disociada del Estado.
Boero analizó las cifras publicadas por la OCDE en su último informe “Education at a Glance 2023” sobre el máximo nivel educativo alcanzado por la población, el porcentaje de jóvenes que no estudian ni trabajan (Ni-Ni) y las tasas de empleo según el nivel educativo alcanzado, como así también las cifras publicadas por el INDEC en sus informes técnicos “Mercado de trabajo.
Lo mismo que las tasas e indicadores socioeconómicos (EPH)” e “Indicadores de condiciones de vida de los hogares en 31 aglomerados urbanos”, ambos correspondientes a 2023.
Entre los datos acerca del máximo nivel educativo alcanzado por la población elaborados por OCDE correspondientes a la población de 25 a 64 años de edad de 46 países, Argentina ocupa el puesto 38, entre 45, con Canadá, Japón e Irlanda en el podio.
En la nación de América del Norte un 7% de la población adulta no tiene el secundario completo, mientras el nivel terciario,entre ciclos cortos, universitarios y posgrados, suma el 63%.
Nuestro país, que está varios puestos debajo del promedio, tiene un 33% sin completar secundaria (aunque 40% registra ese nivel), y 25% con estudios terciarios, sin información sobre carreras cortas, que recién empezaban a implementarse.
Indonesia, que cierra la lista, presenta 57% de la población de más de 25 años sin terminar la secundaria y 13% de terciarios.
México, Brasil e Italia se encuentran por debajo del nivel argentino, Chile y Costa Rica lo superan.
Los países que presentan una baja proporción de la población que alcanzó el nivel terciario concentran un mayor porcentaje dentro del máximo nivel educativo, que es el secundario, o inferiores.
Es el caso de Indonesia, que presenta un 30 por ciento de población que alcanzó el nivel secundario y un 57 por ciento que está en niveles inferiores al secundario.
La tendencia que marca la entrada de jóvenes a la etapa que va de la superior del secundario al terciario se da entre los 15 y 16 años. Corea posee el mayor porcentaje de la población joven con nivel terciario (70%), y detrás Canadá, Japón e Irlanda, se hallan por arriba del 60%.
Del otro lado, entre los de menor porcentaje de la población joven con nivel terciario están Sudáfrica, Indonesia y Argentina, todos abajo del 20 por ciento.
Déficit argentino
En la franja etaria más joven, nuestros niveles de población con formación terciaria disminuyen notablemente, hasta ocupar los últimos lugares respecto a otros países del mundo, y lo que significa que actualmente los jóvenes no están finalizando sus estudios superiores en la misma magnitud que los de décadas anteriores
Otro dato importante que surge del trabajo de OCDE es la cantidad de jóvenes en edad de ingreso a la universidad o al mercado laboral, entre 18 a 24 años, que no estudian ni trabajan en 40 países.
Los Países Bajos exhiben el menor porcentaje de jóvenes denominados “Ni-Ni” con apenas el 4,1%, seguido por Islandia y Noruega con el 5,9 y 7,1% respectivamente.
En el otro extremo, Sudáfrica posee el mayor porcentaje de “Ni-Ni”, con nada menos que al 38,8% de los jóvenes, le siguen Turquía (33,5%) y República Checa (30,9%).
Argentina se encuentra dentro del grupo de países con mayor cantidad de “Ni-Ni”, en el lugar 34° de los 40 países incluidos en el listado, siendo el porcentaje de jóvenes en esta situación del 24,1%.
Según los informes técnicos del INDEC, el máximo nivel educativo alcanzado por la población de 25 a 29 y de 30 a 64 años de los 31 aglomerados urbanos según grupos etarios, en el primer semestre 2023, muestra que el 58,6 y el 41,2% respectivamente completaron el secundario, mientras que en el grupo etario de 65 años y más, la mayoría (43,7) terminó la escuela primaria.
El grupo etario de 30 a 64 años de edad es el que mayor porcentaje de población concentra en el nivel universitario completo, con el 24,4 por ciento, mientras que entre 25 a 29 años ese porcentaje se reduce al 15,9%.
En términos generales, el nivel educativo que concentra mayor población es el secundario completo, seguido por el primario y luego el universitario.
En cuanto al máximo nivel educativo alcanzado por la población ocupada y desocupada de Argentina, queda claro que el secundario solo ya no garantiza el acceso al empleo, dado que el 61% de la población desocupada alcanzó ese nivel educativo, por lo que el nivel superior pasa a ser determinante en el acceso al empleo.
La población ocupada que finalizó sus estudios superiores es del 25%, porcentaje que se reduce al 9% respecto de los desocupados.