Por Antonio D’Eramo

Los voceros del Instituto Anlis Malbrán o del ministerio de Salud son renuentes a explicar en detalle las razones por las que a cinco meses de adquirido el costoso equipo que permite analizar 6.000 muestras semanales para identificar variantes del virus Sars-CoV-2 como la cepa Delta o, la que está generando más temor en la comunidad científica, la variante Épsilon, continúa sin funcionar perdiendo la posibilidad de intensificar la vigilancia epidemiológica del virus, una de las medidas más importantes a la hora de planificar las políticas sanitarias públicas.

El resultado de conocer las derivas de las cepas en Argentina redundaría en acotar su impacto en el territorio al poder monitorear la irrupción de una nueva variante y mapear su avance. Esta medida, junto a una intensificación de los rastreos de casos positivos de Covid-19 que se realiza a través de test de PCR o antígenos, representa una solución tan eficaz para el combate de la pandemia y de sus sucesivas olas como la aceleración masiva de la inoculación de la población con vacunas aprobadas por la emergencia.

Expertos consultados por NA coinciden en explicar que un equipo tan útil como necesario, no funciona por la carencia de componentes auxiliares de la máquina cuya ausencia imposibilita que pueda ser utilizado con eficiencia.

La adquisición del equipo era necesaria porque “nos permite generar un número de secuencias en un tiempo corto porque si demorás mucho en obtener el reporte, la información pierde valor y, con esta tecnología, podemos trabajar en tiempo real”, sostuvo la doctora Claudia Perandones mientras se desempeñaba como directora científico técnica del Malbrán, cargo que ocupó hasta el 1 de junio cuando dejo su puesto al Dr. Pascual Fidelio por discrepancias con la conducción del Ministerio de Salud de la Nación que conduce Carla Vizzotti.

Precisamente, el tiempo juega en contra de los investigadores del virus que provoca la enfermedad de Covid-19. Es fundamental, conocer que variantes circulan en nuestro país para actuar, rápidamente, con políticas públicas destinadas a acotar el impacto en la población.  El riesgo existente pasa por llegar tarde con la noticia. Cuando se identifica una nueva cepa circulando en el territorio, al mismo tiempo, ya es la responsable de una gran cantidad de infecciones entre la población. Entre comienzos del año y fines de junio, según datos oficiales, se secuenciaron 1.325 muestras. Algunos países vecinos, como Chile, que no poseen este equipamiento sin utilizar en nuestro país, han logrado duplicar el número de las muestras analizadas en Argentina para reforzar la vigilancia genómica de sus sociedades.

A propósito de las declaraciones de los trabajadores del Instituto de referencia en nuestro país señalaron que “si bien el equipo no funciona a pleno para hacer vigilancia epidemiológica si se podría secuenciar muestras pero para trabajar de manera eficiente son necesario brazos robóticos que faltan. Podríamos trabajar manualmente pero el número de muestras analizadas y procesadas sería notablemente menor”.

Con una inversión de un millón de dólares, la máquina CovidSeq fue adquirida a la empresa estadounidense Illumina. Voceros de la empresa aseguran que se trata de "un equipo que puede secuenciar más de 3.000 genomas en 24 horas de covid-19 y más de 1.500 de otro tipo de patógenos". El doctor Pascual Fidelio coincidió en estos número en una entrevista ofrecida a la agencia Efe.

Se trata de un aparato que pesa alrededor de 600 kilos y tiene un tamaño similar al de un cajero automático. "Hasta ahora es la única en Latinoamérica, estamos orgullosos de eso, no por ser los primeros, sino porque es un paso inicial y ojalá sea un efecto dominó para que otros países hagan lo propio", añadió el doctor Fidelio.

Su antecesora en el cargo, Perandones, había explicado a la prensa especializada que con las mutaciones del virus “se hace cada vez más necesario poder secuenciar el mayor número de casos positivos en la población y este equipo lo permite porque garantiza, no sólo la vigilancia epidemiológica en tiempo presente, sino además realizar el diagnóstico al evaluar 98 regiones del genoma viral mientras que el test habitual de PCR monitorea sólo tres regiones, reduciendo la incidencia de los denominados falsos negativos. Su eficacia para detectar patógenos se acerca a la perfección, 99,7%”.

El Instituto Anlis Malbrán, tiene 13 centros distribuidos en distintas provincias y emplea a 1.200 profesionales, cuenta con otros dos equipos de secuenciación, pero las diferencias son notorias con respecto al equipamiento adquirido a principios del año, sólo permiten hacer cerca de 400 genomas por semana. Secuencian un máximo de 96 muestras al mismo tiempo y  el resultado demora entre 4 y 5 días. Razón por la cual, muchos funcionarios provinciales, esperan con creciente ansiedad, los resultados de las muestras para conocer, a ciencia exacta, que cepa del virus circula en sus territorios.

¿Cuáles son las cepas del virus que produce Covid-19 que circulan en la actualidad en Argentina?

Mientras se aguarda un nuevo informe del Consorcio Proyecto País para los próximos días, el último reporte publicado el 7 de Junio pasado enseñó que hasta el 19 de mayo no se había detectado la variante Beta, originalmente denominada sudafricana ni la cepa Delta, reconocida por primera vez en la India. La variante Andina C.37 fue declarada como de interés regional para ser vigilada debido al incremento de sus casos en la región del AMBA. 

La doctora Elsa Baumeister, jefa del Servicio de Virosis Respiratorias del Instituto Anlis Malbrán explicó en una conferencia realizada de manera virtual que “en Argentina tenemos circulación comunitaria de la variante Alpha. En relación a Beta o cepa sudafricana, se detectó en el país a principios del mes de Junio, de un viajero proveniente de Madrid a Buenos Aires. La variante Gamma o cepa de Manaos, esta difundida en el continente y en nuestro país es una de las variantes que explican la circulación de las últimas semanas. La cuarta variante de preocupación, la Delta o cepa India, tiene también amplia distribución en el mundo. En nuestra Nación ha sido detectada en algunos viajeros internacionales, entre ellos un niño que provenía de París, Francia”

Cuando se habla acerca de definiciones para saber si algunas de las cepas son más peligrosas que otras la especialista sostuvo “aún no está confirmada que haya una necesidad mayor de hospitalización con infecciones de la cepa Delta”. Mientras que con respecto a los riesgos de reinfecciones en el caso de aquellas personas que se contagiaron previamente con otra cepa del virus Sars-CoV-2, Bausmeister advirtió “observamos que en la variante Manaos hay cierta pérdida en la actividad neutralizante y lo mismo sucede con la cepa Delta”.

Finalmente, con respecto a los casos en los que se observan contagios en personas que han sido previamente vacunadas, la científica afirmó “las vacunas no son perfectas. Es decir, no van a impedir que nos infectemos pero disminuye la gravedad de la presentación clínica y los días de enfermedad, por ende, disminuye la mortalidad”. En la conferencia se analizó la posible pérdida de neutralización de las vacunas. “No es considerable con respecto a las cepas del Reino Unido o de Sudáfrica pero hay algo de pérdida en las variantes de Manaos y de la India”, concluyó la experta.

Una capítulo aparte merece la cepa denominada con la quinta letra del alfabeto griego, Épsilon. Se trata de una nueva mutación del virus Sars-CoV-2 por la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) la catalogó como una “variante preocupante” porque parece tener más capacidad que las otras cepas para burlar el sistema inmunológico.

La variante californiana puso en entredicho, en principio, a las vacunas realizadas con ARN mensajero como las de Moderna o Pfizer y ya se han encendido las alarmas en todo el mundo. En nuestro país se reportaron cinco casos repartidos en las provincias de Córdoba y Santa Fe. Y, de esa manera, Argentina es una de las 34 naciones fuera de los EE.UU. en los que se reportaron casos con esta preocupante variante.

Por ello, hoy más que ayer, es necesario invertir en brazos robóticos para el secuenciador del millón de dólares que produce poco y nada en la actualidad.