Cada vez más argentinos dicen estar agotados por la rutina diaria consecuencia de los múltiples trabajos que realizan para poder llegar a fin de mes. La cuestión económica es la razón más importante pero no la única aunque sí las diversifica. En cambio para muchos extranjeros de diferentes países, sobre todo, latinos Argentina es tierra de oportunidades. Por qué se hace cuesta arriba para los nativos.

Actualmente tener más de uno o dos trabajos ya no es una elección en Argentina, es una necesidad. Se ha vuelto una característica social que pocos pueden eludir. Según un estudio del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de la Universidad de Buenos Aires (UBA) arrojó que el 45,5% de los argentinos atraviesa por una crisis. Además, un 9,4% está al borde del sufrimiento de un trastorno mental.

La combinación de salarios que no alcanzan, la alta inflación, y una economía inestable lleva a que cada vez más personas se vean obligadas a buscar ingresos adicionales para sostener el hogar. Esta situación no solo afecta la economía familiar, sino que también tiene un impacto directo en la salud mental y emocional de los trabajadores para cumplir con todas las obligaciones que demanda mantener un hogar.

El 51,71% de las personas declaró haber empezado tratamiento psicológico por necesidad. Foto: NA.

Además de los riesgos de trastornos mentales, la ansiedad, alteración en el sueño, depresión y el riesgo suicida son consecuencias que, entre otras, tienen en vilo a los profesionales de la salud porque cada vez son más los casos que se ven en la población joven y de bajos recursos económicos. Igualmente el malestar no excluye a grupos etarios y alcanza a todos los niveles socioeconómicos.  

Algunos números

  • El 51,71% de las personas que antes no se trataban ahora acceden a tratamientos psicológicos por necesidad. 
  • El trastorno mental alcanza al 9,4% de la población general y se acentúa en menor edad.
  • El 45% de las personas encuestadas dijo tener alteraciones del sueño.
  • El 45,50% de las personas sostuvo estar atravesando una crisis. De ese total, el 49% lo emparentó con una crisis vital y el 46,2%, económica. 

A estos tópicos le siguieron las crisis: familiar, de pareja, vocacional, duelo, de identidad, por violencia de diferentes tipos (familiar, género, laboral), entre otros.

Ante tales respuesta el Observatorio preguntó a los pacientes qué hacen cuando pasan por los eventos mencionados y, el listado arrojó el siguiente orden: 

  • Charlas con amigos
  • Hacer deportes
  • Terapia
  • Rezar
  • Medicación 
  • Tomar alcohol 

Una de las conclusiones a las que llegaron desde el observatorio es que la situación no cambió respecto de la época pre pandémica, aunque hay una tendencia a la baja.

Otro claro índice es que quienes sufren más estas situaciones son las personas de más bajos recursos económicos por múltiples factores generalmente asociados al económico que limita el resto entre los que se encuentra el acceso a tratamientos psicológicos que los ayude.  

Por último, la cuestión emocional requiere más presencia de políticas activas de salud mental, principalmente entre los jóvenes.