Un total de seis allanamientos se realizaron en simultáneo en diferentes localidades argentinas durante los cuales se secuestró una gran cantidad de dispositivos electrónicos y elementos de interés para la causa.

Según informaron fuentes judiciales, de esta manera se logró desactivar el accionar de una organización delictiva dedicada a las estafas informáticas que se concretaron en varias provincias.

La investigación es llevada adelante por la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas N° 14, a cargo del fiscal Paulo Gaspani, con la colaboración del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.

LEE: El Gobierno oficializó el aumento de las prestaciones por discapacidad: cuánto suben los arancelesEl caso se inició por una denuncia realizada por un hombre que contó que había sido estafado a través del envío de un mail en nombre de una entidad bancaria en el cual le informan que la clave de acceso a su cuenta había sido bloqueada por lo que le solicitan sus datos a los fines de reestablecerla.

Tras brindar los datos confiando en que realmente era el banco quien los solicitaba, notó que sus cuentas fueron vaciadas.

Con la denuncia, el fiscal Gaspani inició una causa por el delito de estafa mediante el uso de tarjetas magnéticas o de sus datos y delegó diversas tareas de pesquisa y averiguación en el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad y en la Unidad de Contravenciones y Faltas de la Policía de la Ciudad.

A través de estas investigaciones, se lograron identificar seis domicilios, tres de ellos en la provincia de Buenos Aires, uno en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, otro en la localidad de Las Talitas en Tucumán y el restante en el barrio porteño de Villa Crespo.

Inmediatamente, la fiscalía solicitó las correspondientes órdenes de allanamiento -vía exhorto-, las cuales fueron otorgadas por el Juzgado Penal Contravencional y de Faltas N° 5.

De esta manera, se realizaron los seis allanamientos en simultáneo, y durante los mismos se secuestraron celulares, computadoras, discos externos, tarjetas de memoria y otros dispositivos electrónicos, además de dinero en pesos argentinos y dólares, tarjetas de débito y crédito y documentación financiera de interés.