La Argentina ha sufrido un proceso de gran inestabilidad climática en los últimos tiempos y en ese contexto se está por registrar un tercer proceso de ciclogénesis en menos de un mes que traerá fuertes tormentas y una sudestada que podría generar crecidas de hasta 3 metros en el Río de la Plata. 

La ciclogénesis es un es un fenómeno que se conoce como un ciclón extratropical que se genera por la baja presión y un sistema de frío frontal, que eleva las posibilidades de tormentas y vientos muy fuertes, en este caso en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). 

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En consecuencia el mal tiempo generalizado, que llega producto de la ciclogénesis y de la Tormenta de Santa Rosa, comenzará en la madrugada del viernes y durará hasta el domingo a la mañana: en ese lapso se esperan fuertes tormentas, truenos, rayos y una sudestada que llegaría para afectar al Delta del Río de la Plata y parte del Litoral. 

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pueden llegar a caer hasta 80 milímetros de precipitaciones durante el fin de semana, lo que sumado a grandes ráfagas de vientos y condiciones climáticas inestables generan alertas por la crecida del Río de la Plata. 

El Delta suele sufrir cuando hay sudestada. Foto: Agencia Noticias Argentinas / @tigrehoy
El Delta suele sufrir cuando hay sudestada. Foto: Agencia Noticias Argentinas / @tigrehoy

36 horas de clima inestable y sudestada en el AMBA 

Se espera que entre la tarde del viernes y gran parte del sábado la Sudestada tenga su pico en el AMBA, lo que generará condiciones climáticas muy adversas con un panorama de precipitaciones que oscilarán entre los 50 y 80 milímetros, según informó el SMN. 

Durante el mes de agosto de 2024 cayó un promedio de 70 milímetros de lluvias, por lo que casi en un fin de semana lloverá lo mismo que en un mes. 

En ese marco está previsto que el viento del sudeste sople a unos 30 kilómetros por hora con picos de ráfagas que lleguen a los 60 km/h. El pico máximo de crecida del Río de la Plata se generaría en la madrugada del sábado 31, por lo que los isleños que viven en el Delta deberán extremar los cuidados que habitualmente tienen.