Ahmad "El Chaman" Suradji fue un asesino en serie de Indonesia que en 11 años mató a 42 mujeres y niñas, con la particularidad de enterrarlas hasta la cintura con sus cabezas mirando hacia su casa, porque creía que haciendo eso recibía poder.

Nacido el 10 de enero de 1949, Suradji elegía víctimas de entre 11 y 30 años y a todas las estranguló para que formaran parte de un ritual.

El lugar elegido para acumular a las mujeres y niñas que mataba era una plantación de azúcar cerca de su vivienda, ubicada en las afueras de Medan, la capital de Sumatra del Norte. Allí la Policía halló los cuerpos y detuvo finalmente al "Chamán" el 2 de mayo de 1997.

En sus confesiones, explicó a la policía que tuvo un sueño en 1988 en la que el fantasma de su padre le ordenó asesinar a 70 mujeres y tragarse su saliva, con el fin de convertirse en un "Dukan" (Chamán en español).

Suradji era reverenciado y respetado por los habitantes locales, quienes creían que tenía poderes paranormales y frecuentemente lo buscaban para obtener consejos médicos y espirituales.

Asimismo, había mujeres que lo contrataban para que lanzara hechizos que aseguraran la fidelidad de sus esposos y novios.

Además, vecinos que atestiguaron relataron que muchas chicas buscaban la ayuda del brujo creyendo que las haría ricas, más saludables y sexualmente más atractivas para los hombres.

La investigación policial arrancó cuando una niña que había visitado Suradji no regresó a su casa, por lo que el padre denunció la desaparición de su hija.

Cuando la policía fue a la casa del "Chamán" encontraron el cuerpo de una de las víctimas en un campo cerca de su vivienda.Ante esa situación, los investigadores pidieron una orden de allanamiento en la casa del brujo, donde los policías encontraron ropa y relojes pertenecientes a 25 mujeres desaparecidas, por lo que se ordeno la detención de Suradji.

Al principio, el asesino confesó haber matado a 16 mujeres en cinco años, pero después de otro interrogatorio reveló que eran 42 las mujeres y niñas que asesinó, cuyas edades oscilan entre 11 a 30 años, durante un período de 11 años.

También arrestaron a sus tres esposas (hermanas entre sí) y se las acusó de haberlo ayudado a cometer los asesinatos y a esconder los cadáveres.

La mayor de las tres esposas, Tumini, fue enjuiciada como cómplice de dichos crímenes, ya que el tribunal consideró que había ayudado deliberadamente en los asesinatos. En cambio, las dos restantes fueron puestas en libertad y de inmediato abandonaron la aldea.

El juicio comenzó el 11 de diciembre de 1997, con una acusación de 363 páginas formulada contra él.
Suradji y Tumini negaron los asesinatos, diciendo que habían confesado porque fueron incapaces de soportar la tortura a que los sometieron los interrogadores.

Sin embargo tres jueces de Lubukpakam los declararon culpables el 27 de abril de 1998 y fueron sentenciados a morir fusilados.

En la acusación contra "El Chamán" se indicó que Suradji les cobraba entre 200 y 400 dólares por los "trabajos".

Después de que las víctimas pagaran, las llevaba a una plantación de caña de azúcar cerca de su casa y las enterraban en el terreno hasta su cintura, como parte de un ritual. Una vez inmovilizadas, las estrangulaba con un cable eléctrico y bebía su saliva, las despojaba de sus ropas y las volvía a enterrar con las cabezas apuntando hacia su casa con la intención de incrementar sus poderes mágicos.

Justamente, el hijo de una de las víctimas, de 8 años, testificó ante el tribunal y dijo que acompañó a su madre en lo que iba a ser su último viaje, pero él fue enviado a casa sin ella.

Luego de desenterrar 40 cadáveres, la policía pidió a los habitantes locales que informaran de mujeres desaparecidas y fue así que más de 80 familias de la zona reportaron parientes en esa situación. Por lo tanto, se sospecha que Suradji pudo haber matado a más mujeres.

"El Chamán" pidió clemencia al presidente Susilo Bambang Yudhoyono pero fue rechazada a finales de 2007.

Y el 10 de julio de 2008, Suradji fue fusilado en una plantación de Deli Serdang, en el norte de Sumatra.