Por Antonio D’Eramo

Las fotos y videos de las fallas en la construcción del “Zeppelin” en las terminales A y C de la aeroestación más  importante del país, luego que el Estado gastara sumas millonarias de dinero en su construcción, circularon por redes sociales con rapidez, subidas por pasajeros incrédulos de lo que sucedía mientras aguardaban por abordar un avión.

Pero la Sudestada, y el mal clima que se abatió sobre la localidad de Ezeiza también afectó a los aviones que, en el caso de Aerolíneas Argentinas, registró un hecho grave con una aeronave Boeing 737.  La información interna que circula indica que el  Boeing 737-800 LV-GGQ sufrió el impacto de una plataforma producto de las fuertes ráfagas de viento que rozaron los 90km/h. El avión se incorporó a Aerolíneas Argentinas, el 20 de mayo de 2016, se sumó como el N° 76 a su flota.

Según la información que pudo relevar NA, ante el silencio oficial de la compañía a pesar de fotos que circularon todo el fin de semana en redes sociales, en principio el accidente se produjo por una escalera de embarque en pista que no fue debidamente asegurada y que, por el fuerte temporal de viento  y lluvia, se desplazó con violencia  hasta impactar en la nariz de la aeronave que resguarda un radar de mucha precisión para la aeronavegación de la nave y que, posiblemente, deba ser reparado.

Seguramente se tratará de un gasto de dinero importante y no está claro que el seguro de la compañía aeronáutica cubra los arreglos si se comprueba que hubo un olvido, cercano a la negligencia, al no dejar asegurada una escalera.

De cualquier forma, esta es sólo una de las versiones de lo ocurrido y el hecho se encuentra bajo investigación.

Lo cierto es que la parte dañada del avión no es de menor  importancia y deberá estar parado a  la espera de reparaciones.

Algunas de las funciones de la nariz chocada de la nave se pueden anotar desde el manual de mantenimiento de un B 737-200 que establece que, el radomo está construido de fibra de vidrio y está provisto de tiras desviadoras de rayos en la superficie exterior, aunque afirma que no necesariamente se proporcionan en todos los modelos de estos aviones.

El radomo es la cúpula del radar y es un faro aerodinámico que alberga el radar meteorológico y el localizador ILS y las antenas de senda de planeo. A diferencia del resto del fuselaje, está hecho de fibra de vidrio para permitir el paso de las señales de radio frecuencia.

Por otra parte, la nariz roma y no puntiaguda de los aviones comerciales, se debe a que las naves desarrollan velocidades sub sónicas. Mientras que las aeronaves militares y, muy pocas comerciales, como la extinguida y recordada nave Concorde que desarrollaba velocidades por encima de la velocidad del sonido necesitan de una nariz en punta para poder volar, las naves comerciales de  la actualidad enfrentan el aire con una trompa redondeada.

El experto Juan Pablo Medina explicó en aeronauticapy.com “En el caso de los aviones subsónicos, la mayoría de ellos tienen la nariz redondeada. A medida que el aparato viaja con velocidad subsónica, empuja las moléculas de aire frente a él y estas comienzan a moverse y nuevamente empujan otras moléculas de aire frente a ellas, se puede imaginar como un pelotero para niños, esto crea un campo de presión frente a la aeronave e indica a las moléculas de aire, que viene el avión, de modo que las moléculas de aire estén listas para el impacto con aviones sin ninguna producción de choque”.

Por ello, se trata de una parte vital, de uno de los aviones de la flota de Aerolíneas que estará en el hangar hasta que vuelva  a  repararse.

Los Boeing 737-700/800 poseen un alcance de 6370 km. mientras que los Boeing 737 MAX-8, cubren una distancia de 6500 km.

Aerolíneas Argentinas posee 39 naves de los primeros modelos citados y 5 de la serie MAX-8.

 Estos últimos fueron los modelos que provocaron los accidentes del vuelo 302 de Ethiopian Airlines del 10 de marzo de 2019 el cual sucedió menos de cinco meses después del accidente del vuelo 610 de Lion Air, el 29 de octubre de 2018.

Los investigadores que analizaron las cajas negras coincidieron en que el problema se halló en el software del sistema de navegación.

El software que controla el vuelo y que está diseñado para operar en segundo plano, sin que siquiera el piloto sepa que está en funcionamiento.

Boeing ideó este programa para resolver la tendencia de la nariz del Boeing 737 Max a elevarse más de lo necesario, especialmente, cuando está en un ángulo pronunciado.

Pero, aparentemente, se activó en el momento equivocado. Y, terminó forzando a la trompa a "tirar" hacia abajo, en el preciso momento en que debería haber ido hacia arriba, durante el despegue provocando dos tragedias en cinco meses.

Los funcionarios de Aerolíneas Argentinas se mantuvieron en contacto permanente con la casa matriz estadounidense de Boeing para solucionar un desperfecto que  costó muchas vidas en Indonesia y Etiopía.

Ahora, deberán volver a consultar para solucionar un problema que, por lo que se desprende de las primeras investigaciones, se  podría  haber evitado asegurando la escalera de embarque como debe suceder ante la presencia de fuertes vientos en la pista.