El jefe de Terapia Intensiva del Sanatorio Otamendi, Arnaldo Dubin, aseguró que “estamos viviendo una situación epidemiológica totalmente descontrolada con un aumento descomunal en el número de contagios” de Covid-19, pero que en esta oportunidad no será por la falta de “camas ni respiradores”, sino por el nivel de “fatiga” y cansancio de los profesionales de la salud.

En ese sentido, el médico intensivista afirmó que “es imposible cuantificar porque el sistema de testeos está colapsado sin embargo la terapia intensiva no está saturada y esto solamente hay que atribuirlo a la vacunación”.

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Además, consideró que “si no estamos viviendo una catástrofe sanitaria de características inconmensurables es por esa tan denostada campaña de vacunación que ha sido tremendamente exitosa pero que no es suficiente”.

Al respecto, precisó que en el último mes en el país “hemos tenido 1152 fallecidos pero en la última semana fueron 542”, de los cuales “4 de cada 5 fallecidos en la Provincia de Buenos Aires no estaban vacunados”, indicó.

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El especialista sostuvo que “si bien es cierto que la vacunación es tremendamente efectiva para reducir la mortalidad, no lo es en un 100 por ciento” y expresó que “las imágenes de eventos masivos son obscenas. Hay que parar los contagios ahora”, al reclamar que ”el pase sanitario es fundamental para profundizar la vacunación” y pidió que debe ser “más estricto” el control.

Dubin, quien también forma parte de los equipos de investigadores de la UNLP, explicó que “hay dos conceptos muy peligrosos” el primero referido a Ómicron la variante originada en Sudáfrica que según expresó “a pesar de ser muy contagiosa solo produce un cuadro leve” y aclaró que “esto no es cierto” al indicar que “si bien produce menos muertes y enfermedades graves, lo hace”.

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Asimismo, enfatizó que “no estamos entrando en una fase endémica” al considerar que “estamos en uno de los peores momentos de la pandemia”, al expresar que ahora "no faltan camas ni respiradores pero hay una fatiga terminal de los trabajadores de salud producto de una sobrecarga de trabajo brutal".

Según Dubin, en Estados Unidos “hay récord de internaciones, los sistemas sanitarios están colapsados. En Europa también el sistema está muy sobrecargado”, tras pedir concientización acerca de que “Ómicron no es un catarro y no estamos entrando en ninguna fase endémica”.