A través de una colecta por redes sociales, se juntaron $2 millones para la familia del kiosquero asesinado
El hecho ocurrió el domingo en Ramos Mejía y en menos de 24hs se recaudó todo ese dinero.
El domingo por la tarde dos delincuentes, uno de ellos menor, asesinaron de cuatro balazos al kiosquero Roberto Sabo en Ramos Mejía. Desde ese momento, la familia pudo encontrar algo de paz con el apoyo de los vecinos y la sociedad que se mostró indignada con la situación de inseguridad en el Conurbano. Por este motivo, a través de una colecta por redes sociales, se juntaron más de $2 millones para la familia de Roberto.
El inicio de esta colecta comenzó por el economista Manuel Adorni que publicó los datos bancarios de unos de los hijos de Roberto en Twitter. En menos de 24 horas se logró recaudar más de $2 millones: “Hagamos que todo esto valga la pena: ayudemos a la familia del kiosquero asesinado en Ramos Mejía. Les dejo la cuenta de uno de sus hijos. Hagamos algo grande, bien grande”, twitteó.
Luego de la recaudación la familia del comerciante se mostró feliz y agradeció el apoyo y la solidaridad de las personas: “Les agradecemos por la colecta y el apoyo que nos dieron todos”. Sabo era un comerciante que desde hace años tenía un kiosco en Ramos Mejía. Era padre de dos chicos, Tomás y Nicolás, que desde un principio pusieron el cuerpo, junto a su abuelo, para encontrar justicia por su muerte.
Los acusados por el homicidio de Roberto Sabo son Leandro Daniel Suárez, de 29 años, y una menor de 15 años, que según señalan sería pareja del mayor. Suárez está imputado por “homicidio agravado criminis causa por el uso de arma de fuego”, “robo calificado”, “hurto de vehículo”, “portación ilegal de arma de fuego de uso civil” y “portación ilegal de arma de guerra”. Por estas imputaciones podría llegar a recibir cadena perpetua.
A su vez, la adolescente de 15 años no será juzgada ya que al momento de cometer el hecho era menor. En estos momentos se encuentra alojada en un instituto de menores. “Por favor, no me pidan la prisión perpetua. Me quiero morir”, expresó el detenido frente al fiscal Federico Medone de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza. En agosto de 2020 el delincuente había salido de prisión después de haber cumplido una condena por 5 años y 10 meses.