Este sábado se cumplen ocho meses del comienzo de uno de los casos más misteriosos de la historia argentina. Refiere a la desaparición de Marcela López Frey, una mujer de 61 años que fue vista por última vez el pasado 22 de mayo en Río Gallegos.

La última persona que la observó con vida fue su propia nieta, en la célebre Costanera de aquella ciudad. Un día después aparecieron las zapatillas y la campera de la evaporada mujer, acomodadas en el muelle de YCRT.

Ello encendió algunas alarmas y muchos empezaron a sospechar que pudo haberse tratado de un caso de suicidio. Sin embargo, aparecieron en el medio de la investigación puntuales circunstancias que llevaron a pensar en otra hipótesis.

Por caso, Marcela dejó las luces de su casa prendidas al momento de salir. A su vez, dentro de su automóvil se encontró su teléfono celular y su billetera con una suma cercana a los 20 mil pesos. No es todo: el vehículo estaba abierto.

A partir de esos datos, la Justicia comenzó a analizar otro posible escenario, el del femicidio. Enfocado en quien fue su última pareja, José Luis Balado, un conocido cerrajero de la zona, socio vitalicio de uno de los clubes más grandes de Río Gallegos.

No obstante, la jueza que investiga el caso, Marcela López Lestón, titular del Juzgado de Instrucción Nº2 de esa ciudad, prefiere creer hasta el día de hoy que la mujer se quitó la vida arrojándose a la fría agua de la Costanera.

La familia de Marcela descree de esta posibilidad: “La gran mayoría de las personas que han muerto allí han aparecido siempre”, sostiene una de sus hijas, Analía, en un documental inédito que publica Noticias Argentinas este sábado, grabado por el colega Marcelo López Masia y aportado a esta agencia en exclusiva.

La misma desconfianza abriga el superintendente de Bomberos de Río Gallegos, comisario Martín Aguirre, quien asegura que "en 28 años de servicio, es la primera vez que no aparece el cuerpo de una persona que se tiró al río".

Entretanto, entre los vecinos de la ciudad reina la desconfianza: ¿Por qué la Justicia nunca requirió las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona? Debieron ser los hijos de la mujer los que hurgaron en la zona para finalmente conseguir un video donde se puede ver a Marcela comprando en un kiosco cerca de la calle Bouchard, justo donde queda su propia casa.

A ocho meses: cómo fue la desaparición de Marcela López en Río Gallegos

De las imágenes surge un dato insólito: la mujer se cruzó con su hija, Analía, pero no se reconocieron. "Quizás porque ese día estaba bien vestida o por el barbijo, no sé", arriesgó la propia joven al diario La Opinión Austral. Luego aparece otra cámara, que muestra a Marcela sobre calle Chiclana, en dirección a la ya mencionada costanera.

Aquel video tendría lugar después del primero y se puede ver a la mujer acelerando el paso, casi trotando, con rumbo desconocido. El registro es el último que la muestra viva.

En tal contexto, el abogado de la familia de Marcela, Jorge Trevotich, se cansó de presentar medidas de pruebas pidiéndole a la jueza que investigue todas las hipótesis posibles pero, según explicó a Noticias Argentinas, ello fue rechazado una y otra vez so pretexto de ser “inconducente”.

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La pista del femicidio

José Luis Balado, última pareja de Marcela, jura que no tiene nada que ver con su desaparición. Incluso habló con colegas de La Opinión Austral y les juró que había terminado la relación con ella semanas antes de su evaporación.

“Incluso mostró su celular en los que daban cuenta de mensajes que ella le había mandado a él pero, curiosamente, sus respuestas no estaban. Además, dijo que no participaba de los rastrillajes en la costanera ya que le traían malos recuerdos porque un sobrino murió de esa forma”, según el mismo medio.

En ese marco, apareció un nuevo actor en escena, o actriz: Viviana, hermana de la mujer desaparecida, que reveló que un día encontró un papel en la puerta con un mensaje brutal: "Marcela está enterrada en la casa de Balado. Quemá este papel".

La justicia decidió actuar en consecuencia y mandó a allanar las propiedades de Balado, aunque no encontró mayores elementos de valor para la causa.

Allí apareció uno de los personajes más polémicos de la investigación: Marcos Herrero, un adiestrador de perros que hoy se encuentra preso en Mendoza por plantar pruebas en un expediente judicial muy similar al de Marcela. Se trata de la desaparición de una mujer llamada Viviana Luna, que tampoco ha dejado rastros de su paradero.

Herrero cobró celebridad cuando, encabezando uno de los varios allanamientos, encontró gran cantidad de dólares termosellados. El dato ocupó los titulares de los grandes medios de todo el país, hasta que se supo la verdad: eran billetes del juego Estanciero.

"La única persona que supuestamente vio esos dólares es el peritrucho Marcos Herrero", aseguró la periodista Sara Delgado de Río Gallegos. Y añadió otro dato lesivo para el perito: "Herrero llega a un lugar que ya había sido allanado y aparece un maxilar. Oh casualidad, resulta que ese maxilar se corresponde con un cráneo que quiso hacer pasar por el cráneo de Viviana Luna en Mendoza, por esto cae preso".

Otra vez los medios de todo el país se llenaron de notas sobre Herrero, contando sus trapisondas en algunas de sus incursiones.

Y de pronto, en medio del escándalo, todos olvidaron por un momento lo relevante: Marcela sigue sin aparecer. Y no hay rastros de ella hasta el día de hoy.