Los familiares de los diez bomberos muertos en la tragedia de Iron Mountain esperan que el juicio oral contra una veintena de imputados  por “incendio culposo seguido de muerte y lesiones culposas” para fines de 2024 o 2025.

La causa ya fue elevada a juicio oral y público en dos etapas, la primera en febrero de 2023 y los últimos procesados sobre el final del año pasado.

El expediente se encuentra en la etapa de la “instrucción suplementaria” y el tribunal deberá convocar a las partes para el ofrecimiento de pruebas y de testigos con los que se celebrará el debate.

Entre funcionarios públicos, directivos de la filial argentina de Iron Mountain y personal de seguridad e higiene de la propia empresa llegarán a juicio unos 25 imputados.

La tramitación de la causa se demoró por las idas y venidas en la etapa de instrucción (que corrigió la Cámara del Crimen orientando la investigación tras anular un primer fallo) y por la situación procesal de tres imputados que inicialmente habían quedado al margen de la imputación.

A principios de diciembre pasado, esos últimos acusados fueron incorporados al proceso y afrontarán un, por ahora, único juicio oral junto con los demás.

La causa tiene dos querellas, que insinúan una acusación por una figura que prevé inicialmente una pena máxima de cinco años de prisión.

Pero si consiguieran probar, tal como lo sugiere un peritaje, que el incendio fue intencional, la eventual condena podría multiplicarse por cuatro.

El incendio de Iron Mountain ocurrió en la mañana del 5 de febrero de 2014 y causó la muerte de ocho bomberos de la Policía Federal Argentina y dos rescatistas.

En el galpón de la empresa multinacional se almacenaba documentación en formato papel, esencialmente de entidades bancarias y financieras.