A partir del año 1955, el día 17 de noviembre es celebrado como el Día mundial de la Construcción, en conmemoración a la construcción del Canal de Suez, inaugurado en el año 1869. 

Este canal significó una de las mayores obras de ingeniería de la época (se utilizó maquinaria diseñada especialmente para la obra) y, paradójicamente, también implicó la explotación de miles de campesinos, muchos de ellos fallecidos durante la construcción del canal.

Del mismo modo, la construcción del Canal, a la par que facilitó los tiempos invertidos para el comercio entre las regiones de Asia y Europa, abrió la puerta para un gradual impacto ambiental sobre la estabilidad del ecosistema debido a la entrada de especies "invasoras" que se continúa hasta nuestros días.