En el marco de un nuevo aniversario del brutal crimen, ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, se conoció una carta enviada desde prisión por Matías Benicelli, uno de los rugbiers condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa

En el escrito, Benicelli calificó a Máximo Thomsen como el líder de un "pelotón de fusilamiento" y se desligó de la responsabilidad directa en el asesinato. "Estuve en el lugar incorrecto, en el momento equivocado", afirmó el joven, quien fue condenado como coautor del homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas.

El rugbier también manifestó su pesar por la muerte del joven estudiante de abogacía, expresando que siente "más la pérdida de Fernando" que su propia condena. En una reflexión cargada de arrepentimiento, agregó: "No hay palabras para expresar el dolor que su ausencia me provoca".

Fernando Báez Sosa tenía 18 años cuando fue asesinado en enero de 2020 en Villa Gesell. (Foto NA: José Scalzo)

A una semana de que Máximo Thomsen haya dado su primera entrevista televisiva, Benicelli enfatizó en que no formó parte de un “pelotón de fusilamiento" que segó la vida de Fernando, a la vez que subrayó: “No fui uno de los que salían a buscar peleas por Zárate con otros grupos para jactarme de esas supuestas hazañas”.

“Entiendo a los jueces que me condenaron y sobre todo comprendo y justifico a los padres de Fernando”, declaró en la carta que fue difundida por su abogado Carlos Attias a la prensa.

Máximo Thomsen fue condenado a prisión perpetua. (Foto NA: José Scalzo)

Por otra parte, y sin nombrar al resto de sus amigos mencionó: "Sé que no maté a Fernando, pero pido perdón de todo corazón en nombre de todos los que causaron su trágica desaparición".

“Me resta la esperanza de que la misericordia de Dios, nos devuelva la paz e imparta una justicia donde los hombres no alcanzan. Y que la muerte de Fernando sea recordada como la de un mártir, que ofrendó todo cuanto tenía, su vida. para que la violencia sea erradicada para siempre de todos los lugares, públicos y privados donde se reúnen los jóvenes para festejar la vida y no para invocar la muerte", concluyó Benicelli.

Hoy, cinco años después del asesinato, la familia Báez Sosa continúa su lucha por justicia y espera que el Tribunal de Casación confirme las condenas dictadas en 2023. Mientras tanto, este caso sigue marcando un hito en la historia judicial y social del país.